LA TRIBUNA DEL COLUMNISTA

Sánchez perpetra tres gestos que dejan muy dañada la imagen de España a nivel internacional

Sin reacción ante la nueva bravata de Marruecos, defiende sin éxito en Davos que controlará las ambiciones económicas de Podemos y termina por darle la espalda a Juan Guaidó

Sánchez perpetra tres gestos que dejan muy dañada la imagen de España a nivel internacional
Pedro Sánchez dejándose comer la tostada y las aguas por Marruecos, dando la espalda al presidente venezolano Guaidó y la ministra podemita de Trabajo firmando la subida del salario mínimo interprofesional.

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha conseguido en solo un día dejar la imagen de nuestro país hecha unos auténticos zorros a nivel internacional. Este 23 de enero de 2020 el editorial del diario ABC refleja perfectamente los tres gestos que ha perpetrado el ‘okupa’ de La Moncloa para que desde fuera nos empiecen a ver como un socio poco fiable y al que además, a poco que el personal se despiste, le puedan pispar hasta las aguas territoriales.

Ahora mismo, según subraya el editorial del diario de Vocento:

Pedro Sánchez es ninguneado por países vecinos como Marruecos, está secuestrado por sus socios de Podemos, como ha quedado acreditado en Davos, y en el Parlamento europeo no ha tenido empeño en mostrar el desprecio de España al venezolano Juan Guaidó.

Yendo punto por punto, el vecino Marruecos ha detectado la debilidad del Ejecutivo sanchista para lanzarse a ampliar sus límites marítimos hasta prácticamente la misma orilla de las islas Canarias:

Ayer, Marruecos aprobó dos iniciativas legales para ampliar unilateralmente sus aguas territoriales y crear una zona económica exclusiva de 200 millas que choca con la pretensión de España de obtener un área similar para Canarias. Evidentemente, Marruecos ha tomado esa decisión sin siquiera consultar a España, de modo que la nueva ministra de Asuntos Exteriores ya tiene planteada una profunda crisis de credibilidad para nuestro país, por mucho que La Moncloa trate de minusvalorarla. Una vez más, Marruecos mueve ficha contra España, huele la debilidad del Gobierno de Sánchez con imposiciones que afectan a cuestiones territoriales, y pone sus condiciones para cualquier negociación. Es la especialidad de Marruecos.

Seguidamente, la labor de Sánchez en Davos no convenció a nadie y ya hay quien ve en el mandatario una especie de Tsipras a la española, un especialista en provocar el pánico en los mercados:

Igual de desalentador es el frente abierto por Sánchez en Davos, donde reivindicó el socialismo frente al liberalismo como solución a cualquier crisis global. Sánchez recurrió a recetas incoherentes, utópicas y reputadamente inútiles, y su discurso no caló precisamente en la cuna de la globalización, la libertad empresarial y el capitalismo, al que por cierto se han entregado sin complejos muchos países gobernados por la izquierda. Pero la cuestión de fondo no solo era esa. Sánchez acudió a Davos a justificarse porque preside un Gobierno aliado con el populismo de extrema izquierda. Y verse forzado a viajar al foro occidental de la economía por excelencia a vender las bondades de las recetas filo-comunistas es la evidencia de que, más que alarma, genera miedo en los mercados. España no es la Grecia de hace unos años, pero el cariz de aquel Gobierno de Tsipras y Varufakis es similar al de Sánchez, y es inevitable que asuste a los mercados.

Y, finalmente, el feo hecho al presidente de Venezuela reconocido por la comunidad internacional, Juan Guaidó, al que pasó de respaldarle hace justo un año a ignorarle ahora por completo:

El tercer hito de Sánchez remite a Davos, pero hace un año. Fue entonces cuando hizo hasta aspavientos para ser el primero en avalar a Juan Guaidó una vez que la UE lo hubo reconocido como presidente encargado de Venezuela. Hoy, Sánchez le ignora despectivamente para no ofender a Pablo Iglesias ni a Rodríguez Zapatero, cuyas gestiones en apoyo del chavismo y de Nicolás Maduro son impagables. Contabilizar las contradicciones, mentiras y gestos de indignidad de Sánchez ya resultaría ocioso si no fuese por el perjuicio nacional e internacional que está causando a España.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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