Antonio García Ferreras ha solicitado “lealtad” a Pedro Sánchez ante su evidente giro en la política externa, desde la conformación de gobierno con Podemos, a favor de Nicolás Maduro. El presidente español se ha negado a un encuentro “entre mandatarios” con Juan Guaidó en Madrid, una decisión que ha sido reprochada por el Partido Popular, Vox y por el propio expresidente Felipe González, mientras que ha sido aplaudida (como era de esperar) por José Luis Rodríguez Zapatero.
Ferreras, durante su programa de este viernes 24 de enero, ha realizado un balance de las posturas de los expresidentes, pero zanjó cualquier opción al debate afirmando que “habría que ser leales a lo que plantea el gobierno”. Una “lealtad” ciega que recuerda a los dogmas implementados por el régimen chavista en donde se está conmigo o en contra en mí. Más aún cuando el propio Zapatero, y como recogió laSexta, exige a Sánchez que siga cambiando su postura con respecto a Venezuela y adopte una más cómoda para el chavismo.
“En mi opinión no se equivoca [Pedro Sánchez], en mi opinión, acierta. Debo decir que el enfoque sobre Venezuela, antes o después, tendrá que cambiar en muchas actitudes y políticas. Promover las sanciones económicas para que un pueblo sufra, intentar derrocar a un gobierno y no apelar a la convivencia pacífica al acuerdo y entendimiento es un error”, mintió el expresidente Zapatero.
Es importante destacar que José Luis Rodríguez Zapatero no sólo reconoce a Maduro en el ámbito internacional como presidente de Venezuela, por lo que negaría que se trata de un dictador que ha usurpado el poder, sino que también se posiciona en la misma línea que el chavismo para solicitar el cese de las sanciones que son “unipersonales”, por lo que no promueven la pobreza, sino que castiga a quien ataca a la democracia y/o viola los derechos humanos.
La “lealtad” de Ferreras se mantiene firme pese a que José Luis Ábalos reconoce que tuvo un encuentro secreto con Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, lo que supone una violación a las sanciones del Parlamento Europeo, quienes habían prohibido todo tipo de acceso de Delcy Rodríguez al territorio europeo. A pesar de que el ministro del PSOE ha intentando quitar peso a los sucesos por considerar que no se trató de un encuentro “formal”, la responsabilidad resulta exactamente igual.