Sin duda alguna, la tarta de queso está en el top 5 de los postres más populares del mundo. Se adaptan muy bien a cualquier evento, ya sea como postre, para el brunch, como una tarta de cumpleaños… ¡Para lo que sea, va bien con todo!
Entre las versiones más conocidas de la elaboración de la tarta de queso, son con o sin la utilización del horno. Incluso, existen versiones dietéticas al mejor estilo light.
La tarta de queso es tan antigua como Grecia y el Imperio Romano
La tarta de queso, tal y como la conocemos en la actualidad es el resultado de muchas modificaciones a lo largo de miles de años.
Su origen se remonta 4000 años antes de la era actual, en la época de la Antigua Grecia, particularmente en la isla de Samos.
Los griegos clásicos, son los primeros en utilizar cuajo de origen vegetal para cuajar la leche, que usualmente eran de oveja, y conservaban las tartas, que comían con miel, en pozos de agua fría.
Los romanos adoptaron y mejoraron la receta introduciendo huevos en la tarta, para hacerla más esponjosa. Esta receta se expandió por toda Europa, y cada zona lo adaptó a sus gustos, productos, tradiciones y clima.
En Cataluña es común hacerla con mató y miel, en Italia con mascarpone y en Asturias deriva en quesadilla pasiega. En Alemania se envuelve con frutos rojos del bosque. En Nueva York, se le conoce como cheesecake, y se elabora con galleta crujiente en la base.
Los 6 errores más comunes que pueden arruinar tu tarta de queso
Si bien, cada lugar aporta sus costumbres culinarias a cada receta, existen algunos pasos básicos que no podemos olvidar cuando elaboramos nuestras tartas de queso. Las principales son las siguientes:
- No elegir bien el queso para tu tarta: Según la tradición mediterránea, deberíamos utilizar el queso que originalmente preferían los griegos, el mató u otro fresco y blando como la ricotta, el mascarpone o el Brie francés.
- Equivocarse con los ingredientes esenciales: debe se a base de harina o maicena de trigo. Si alguien tiene alergia a la harina de cereal se puede poner alguna alternativa como la de garbanzos, pero nunca patata.
- No batir bien la galleta y olvidarse de enfriarla: Una tarta de queso no necesita galleta de base, pero la popularización del cheesecake la ha convertido en un elemento habitual, ya casi imprescindible. Es imprescindible meterla en la nevera para que repose un buen rato.
- No se deben dejar los grumos: Debe quedar compactas las galletas de la base, tomando en cuenta las cantidades y el batido. Si decidimos hacer una tarta de queso con galleta de base es importante no introducir la galleta en el horno
- Olvidar comprobar su estado y errar en la temperatura y el tiempo cuando se utiliza el horno.
- Descuidar su presentación: Si no prestamos atención en el molde ni en la masa podemos dejar nuestra tarta como un verdadero desastre.
Ingredientes para la tarta de queso
- 100g de galletas tipo maría
- 50g de mantequilla
- 500g de queso crema tipo philadelphia
- 500g de nata para montar
- 100g de azúcar
- Gelatina
- 1 sobre de cuajada para postres
- 250g de mermelada