«La culpa es del virus que llegó sin avisar».
Esa era toda la autocrítica que la ministra María Jesús Montero, ‘La Chiqui’.
Tócate las narices. La culpa es de la pandemia que vive improvisando.
«Como nosotros en el Gobierno», podría haber dicho, que vamos saltando de charco en charco como las ranas.
«El esfuerzo que está haciendo el Gobierno es ímprobo».
Que sea intenso y continuado no significa que sea eficaz como lo demuestra el caos al que tiene sumido el país este Gobierno de ímprobos y certificados ineptos. No es que lo dicen los periodista fachitas sino que ahora empiezan hablar los que estaban hasta ahora calladitos: las batas blancas, los médicos.
Una vez que los ‘expertos’ demostraron que en lo único que eran expertos era en hacer el ridículo, ahora salen a hablar los que están luchando en primer fila: los médicos. El primero fue César Carballo, del Hospital Ramón y Cajal en laSexta: «No estábamos preparados para esta pandemia». Ahora es Eduardo Raboso, médico del Hospital Universitario de La Princesa, entrevistado en ‘El Quilombo’: «El coronavirus ya estaba en España desde enero, avisamos lo que pasaba y el Gobierno no hizo nada».
Que vayan con cuidado porque este Gobierno socialcomunsita está falto de UCIs pero no de cárceles. El Ministerio de Justicia al mando del novio de la Batet, Juan Carlos Campo, ha advertido de que las ‘fake news’ pueden hacer mucho daño en un estado de alarma y que se están pensando en cambiar el Código Penal para que no se vayan de rositas.
Por cierto, el mismo ministro que ha dado su pésame a la comunidad musulmana por el fallecimiento por coronavirus del líder de la comunidad islámica española, mientras se olvida de dárselo a los otros 13.000 españoles fallecidos por la pandemia. Ni siquiera hubo un recuerdo a la histórica fiscal antidroga Cristina de Toro, fallecida por coronavirus el pasado 26 de marzo.
El Ministerio de Justicia quiere mostrar su pésame a la comunidad musulmana de nuestro país que acaba de perder al presidente de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary Bakry, a causa del #COVID19. Fue un ejemplo en la lucha por la convivencia y la tolerancia
— Ministerio Justicia (@justiciagob) April 6, 2020
Eso por la parte socialista, porque la cabeza comunista de la hidra monclovita ha presentado una querella ante la Fiscalía para que investigue si una organización criminal está detrás de varios bulos en los que se acusa al Gobierno de ocultar información sobre el coronavirus y de desatender a enfermos y fallecidos. Dicho así, hay que decir que eso no es un bulo sino una realidad.
Esta banda de asaltantes de diligencias que nos recuerdan como si fuéramos idiotas que los ciudadanos tienen el derecho constitucional a recibir información veraz es la que no ha dejado de mentir y engañar a la población desde el mes de febrero. Solo hay que ver los tuis del Ministerio de Sanidad en el que se nos decía que aquí no pasaba nada (mismo argumentario que repetían en las televisiones del régimen), que teníamos la mejor sanidad del mundo y que contábamos con «mecanismos eficientes» para combatir la pandemia.
Mientras decían eso, en las administraciones del Estado enviaban circulares obligando a sus funcionarios a tomar medidas de precacución haciendo acopio de guantes y mascarillas. Esas circulares se enviaron a fines de enero y principio de febrero, las mismas fechas en las que Fernando Simón decía que a los sumo solo tendríamos un caso de coronavirus en España. Mismas fechas en las que el venenoso Echenique nos decía que la epidemia ‘solo era una gripe menos agresivas que otros años’ y aplaudía a Lorenzo Milá por leernos la cartilla a los que alarmistas.
CONSIGNAS DISFRAZADAS DE COMEDIAS
Así como hay consignas en los telediarios para ocultar los entierros y el sufrimientos de los españoles que han perdido a sus familiares, muchos de ellos abandonados en residencias por falta de atención médica, Moncloa ha decidido insuflar moral a la población con una mala comedia en la que poder colocar a sus actores pancarteros.
La 1 ha estrenado ‘Diarios de la cuarentena’, una sitcom semanal, de 30 minutos de duración que mostrará «cómo es la convivencia llevada al límite y un reflejo realista e íntimo de lo que ocurre en nuestras casas» durante el confinamiento. «Pequeñas anécdotas que surgen en los hogares de varios protagonistas y de una situación de partida: estar encerrados en casa», dice RTVE en su nota informativa.
Lo que no dice es que es una operación de marketing con la que se busca incidir en la idea de que los aborregados y sumisos españoles se lo están pasando genial quedándose en casa, mirando la TVE y saliendo al balcón a aplaudir los heroicos sanitarios. Se trata de silenciar el dolor de miles de familias.
La Plataforma TVE Libre ha llamado la atención sobre una escena bochornosa en la que el actor Carlos Bardem, millonario comunista pancartero oficial de la izquierda caviar, dice: «Los niños son putas bombas víricas y así matan a los ancianos». Un tuit de la Plataforma lo resume perfectamente: «TVE hace un impagbable servicio publico a Sánchez normalizando la tragedia».
Vergonzoso estreno de #DiariosDeLaCuarentena
@carlosbardem invoca a su hermano Javier y dice:
“Los niños son putas bombas (víricas) de neutrones que se cargan a un anciano solo con saludarlo”.Sublime servicio publico desde @rtve normalizando las tragedia ? pic.twitter.com/1JMMddkP7k
— Plataforma TVE Libre (@TvPlataforma) April 7, 2020
‘Diarios de la cuarentena’ forma parte del mismo ‘pack’ de papilla tóxica en la que se muestra la gente cantando ‘Resistiré’ en los balcones, a los sanitarios gritando ‘Sí, se puede’ o las televisiones regadas con dinero público diciendo que «ya habrá tiempo para criticar lo que se hizo mal porque ahora toca arrimar el hombro».
José Alejandro Vara dice en ‘VozPopuli’ lo que en ‘El Quilombo’ venimos avisando hace tiempo: quieren una ciudadanía aborregada y empieza a estar cabreada. La quieren silente, paciente, y hasta risueña. Una España confinada y anestesiada. Entre Netflix y Matrix. Infantilizada y boba. Y pretenden que aplauda. A las ocho cada noche. No a los sanitarios, una casta admirable y heroica, sino a Sánchez.
«Piensan algunos que lo están consiguiendo. Que la febril profusión de comparecencias, ruedas de prensa, declaraciones, reportajes, informativos, nodos, ministros y más ministros… es la fórmula perfecta para conjurar el desastre. Una parafernalia básica que funciona. Han frenado los brotes críticos por la reacción chapucera y tardía ante la evidencia de la invasión y ahora se esfuerzan en darle la vuelta al calcetín de la opinión pública».
‘EL QUILOMBO ‘ – PROGRAMA COMPLETO DEL 08 DE ABRIL DE 2020
