Como subraya el diario ABC en su editorial, este 12 de abril de 2020, Domingo de Resurrección en que la cifra de españoles víctimas del coronavirus alcanza ya los 17.000 muertos, algunos medios no terminan de asimilar las consecuencias que para su negocio tuvo el cierre de aquel cortijo andaluz que, regentado por el PSOE durante casi cuatro décadas, tantos beneficios le proporcionó.
El diario El País publicó el pasado viernes una información en la que denunciaba la campaña publicitaria que la Junta de Andalucía ha contratado en diversos medios, dedicada estos días a subrayar y poner en valor su gestión en la crisis de la Covid-19 y que, entre otros soportes, ha sido insertada por ABC, que es el primer periódico impreso de la región.
También lo era cuando el PSOE gobernaba Andalucía y era sistemáticamente marginado de las campañas institucionales, unos generosos contratos publicitarios de los que, en cambio, los medios del Grupo PRISA -no solo El País– solían sacar una tajada económica que superaba de largo sus respectivas cuotas de audiencia en la comunidad autónoma.
Ahora se rasgan las vestiduras y, para expresar su impotencia, no dudan en señalar de manera indigna a ABC, el diario en papel más leído por los andaluces, simple soporte de la campaña realizada por la Junta.
En los 44 años, 4 meses, y 21 días transcurridos desde que se murió en la cama el general Franco, ningún Gobierno español ha acumulado tanto respaldo mediático como el engendro de 22 ministros montado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, con apoyo de los proetarras de Bildu, el PNV, los golpistas catalanes y algún otro.
No hay dinero para mascarillas, los ancianos mueren abandonados en los hospitales por falta de respiradores, los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional tienen que trabajar sin protección y los sanitarios denuncian al ministro Illa por no darles medios y dejarles a merced de la epidemia, pero el Gobierno socialcomunista aprobó hace unos días la concesión de 15 millones de euros como ‘ayuda financiera‘ a televisiones privadas, como LaSexta, Antena 3 o Telecinco, cuyos directivos y presentadores siguen cobrando sueltos de escándalo, que dieron cientos de millones de beneficio el pasado ejercicio y en momento alguno han sopesado la posibilidad de recortar sus opulentos salarios o sus descomunales bonus.
Al resto, a los magnates de la prensa y medios afines, se les ha hecho llegar desde La Moncloa que están preparando un ‘plan ambicioso de ayuda para todos‘.
Cuando el entorno de ese personaje sin escrúpulos apellidado Sánchez, dice ‘todos‘ se refiere sin duda a eso que se conoce como la ‘Brunete Pedrete’ mediática, integrada no sólo por García Ferreras, los gremlins de LaSexta, la cadena SER y El País, sino por una legión donde hay desde medios online como Público a un montón de tertulianos y se mezclan convencidos e interesados.
Pensando en ellos, para asegurar su apoyo y tratando de mantenerse en La Moncloa a pesar de los miles de muertos e infectados y en ese Grupo PRISA que se queja de que se le ha acabado el chollo en Andalucía, el calculador Sánchez se apresta a hacer aprobar, a escondidas, con un nombre intencionalmente confuso, paquetes de ‘socorro‘.
Es una vergüenza para el periodismo español y sin ética no hay periodismo.