Lo denunciamos en Periodista Digital, el Gobierno se está cobrando, en forma de favores, la millonada repartida al duopolio televisivo y con especial entrega, pasión y dedicación responden agradecidos desde Atresmedia.
Como ya les falta espacio para la ocurrencia al confinado Jordi Évole no se le ha ocurrido otra cosa esta semana que llevar como estrella de su programa ‘Lo de Évole’ que al prevaricador exjuez Baltasar Garzón para, supuestamente, hablar de su experiencia con la Covid-19 pero en realidad para defender al Gobierno de Pedro Sánchez y atacar a todo aquel que se oponga a la izquierda: especialmente, PP o Vox.
laSexta da pábulo al prevaricador para que respalde al Gobierno del país con más muertos del mundo en porcentaje y el expulsado de la carrera judicial defiende que la Policía o Guardia Civil imputen a todo aquel que desprestigie al Gobierno, Garzón respalda la censura dictatorial.
La nota de Atresmedia lo adelanta así: “Preguntado por las palabras del Jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil sobre la persecución de bulos que erosionan al Gobierno, Garzón defiende su investigación pero recuerda que la valoración final sobre los presuntos delitos corresponden a jueces y fiscales, no al Gobierno”.
Cuenta Sánchez, el tipo que despachó a su mujer y a su suegra a las manifestaciones feministas del 8-M, sabiendo ya que había riesgo de contagio, con RTVE, todas las cadenas de televisión privadas y públicas -incluyendo por supuesto a Telemadrid-, todos los diarios en papel con excepción de ‘ABC’ –La Razón de Marhuenda dependerá siempre de lo que manden los de arriba-, EFE y un batallón de tertulianos, muchos de los cuales salían en pantalla en tiempos de Rajoy, de cuya servil obediencia a las consignas de La Moncloa es imposible dudar.
Es importante reseñar que la proclividad gubernamental de bastantes integrantes de la ‘Brunete Pedrete’, no se debe a motivos ideológicos. Ni siquiera a afinidades políticas.
Atresmedia, dueña de Antena 3 y laSexta, imploró al socialista Sánchez que empezase a inyectarle a granel campañas publicitarias, además de darles bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social y ayudas variopintas: «un plan de ayudas e incentivos para poder mantener sus emisiones, el empleo y su labor de servicio público».
No se han planteado en momento alguno, con una desvergüenza que escandaliza, recortar los millonarios sueldos de Antonio García Ferreras, Wyoming, Évole o Pablo Motos.
Tampoco, renunciar a los suculentos bonus que suman a sus emolumentos salariales los José Creuheras, Mauricio Casals, Javier Bardají, Silvio González, y compañía, sino que, del erario público, de ese dinero que sale del bolsillo de todos los españoles y tan imprescindible será para atender a infectados, comprar respiradores, pagar vacunas, asistir a parados, ayudar a los autónomos o auxiliar ‘in extremis’ a decenas de miles de empresas que van camino de la ruina, se les dé a ellos un buen trozo.
