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La mayor preocupación del incompetente de Pedro Sánchez no pasa por la muerte de más de 40.000 españoles sino por perpetuarse en la Moncloa.
Para ello, necesita que no caiga el Gobierno y es pasa por volver a seducir a ERC. De ahí los piropos al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, agradeciéndole su «posición constructiva» olvidando que han votado en contra la prórroga del estado de alarma.
Rufián no hizo caso a los piropos de Sánchez y le ha atacado por lo «peligroso» que es que el Gobierno dé «aire» a la derecha y ha señalado que «un ejemplo es (Diego) Pérez de los Cobos», el mando de la Guardia Civil recientemente destituido por el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.
Sánchez le volvió a responder en un tono exquisito al independentista dejando claro con quién planea hacer alianzas pese a las presiones del IBEX por que se quite de encima a Pablo Iglesias.
El PSOE se siente cómodo con la parte más antisistema y antiespañola del hemiciclo.
El tono más duro Sánchez se lo reservó para emplearlo contra el líder de la oposición, Pablo Casado, (“está muy al ladito de la ultraderecha”, le dijo) al tiempo que dejó a Rufián hacer una enmienda a la totalidad de la labor de la Guardia Civil sin tratar de corregirle ni una coma.
Fuentes del PSOE aseguran que Sánchez considera —según informa ‘El Español’— el apoyo de Ciudadanos puntual, y sectores de su equipo trabajan para tender puentes con Rufián a la espera de que ERC vuelva en el seno de la mayoría de investidura.
De hecho, los socialistas sostienen que el cese del coronel no está solo vinculado al informe de la Guardia Civil sobre el 8-M, sino que es un guiño a ERC que desde hace tiempo lanza dardos contra el cuerpo armado.
