EN 'EL OBJETIVO' DE LASEXTA

El Quilombo / La corte de periodistas afines a Sánchez no ve «mala intención» en los engaños y mentiras del Gobierno

El programa de Ana Pastor se llama ‘El Objetivo’ pero lo cierto es que la objetividad se evapora en laSexta cuando los intereses de los siervos mediáticos de Pedro Sánchez están en juego.

La mesa de tertulianos era de lo más plural: Lucía Méndez (El Mundo), Enric Juliana (La Vanguardia), Daniel Basteiro (Infolibre) y Nacho Escolar (elDiaro.es).

Todos dispuestos a romperse el espinazo en cada reverencia a Pedro Sánchez. Todos dispuestos a defender hasta la útima coma del argumentario de Moncloa.

Primer agumentario: No hay engaño o ocultación en el número de fallecidos, sino que es ‘descoordinación’.

«Es muy fácil perderse con los cambios en la metodología para contar los fallecidos» (Daniel Basteiro).

¿Que el Gobierno oculta datos? No, la culpa para Basteiro es de la descoordinación de las comunidades autónomas. «Una cosa es que sea difícil de explicar y otra que haya una intención deliberada de ocultar algo que es imposible»

Ese es el argumentario monclovita que le han pasado a los mediáticos del régimen. «Con estas epidemias es muy difícil saber a ciencia cierta y con decimales el número de muertos», justifica empático Escolar.

«Muchos españoles creen que el Gobierno sabía del peligro que había y aún así no actuó. Yo no puedo pensar que ninguna autoridad de este país, tanto el Gobierno como Isabel Díaz Ayuso en las residencias, no hiciera las cosas que tenía que hacer».

Lo afirma Lucía Méndez (El Mundo), que no se lee ni su propio periódico, en donde el consejero Ruiz Escudero dijo que «la semana previa al 8-M mantuvimos seis reuniones y en todas ellas le transmitimos la preocupación que teníamos en Madrid, sobre todo con el origen de las neumonías no filiadas»)

Fallaron las compras centralizadas, a los sanitarios se les envió a combatir el virus cubiertos con bolsas de basura, de los test masivos no se tienen noticias, se gastaron decenas de millones de euros en mascarillas y EPIs de todo a cien y los propagandistas del régimen nos dicen que no hubo mala intención.

Por lo tanto, que nos quedaremos sin saber el número real de fallecidos y no pasa nada. Hay que comprender al Gobierno, no lo hace con mala intención. Y pensar que éstos son los mismos que exigieron colgar la cabeza de Ana Mato de una pica por el perro Excalibur.

Segundo parte del argumentario: «Cuando nos dimos cuenta el virus ya estaba entre nosotros» (Ana Pastor).

Vamos a recordarle por cortesía de Maite Rico (El Mundo) las cosas que decía el Gobierno cuando «el virus ya estaba aquí».

31 de enero: «España no va tener más allá de algún caso diagnosticado».
9 de febrero: «No hay razón para alarmarse con el coronavirus».
13 de febrero: «El número de nuevos casos en el mundo está en descenso».
23 de febrero: «En España ni hay virus, ni se está transmitiendo la enfermedad, ni tenemos ningún caso» [era la semana de los contagios masivos].
26 de febrero: «Esta enfermedad no nos va a afectar demasiado». «No es necesario que la población use mascarillas».
2 de marzo: «Nos mantenemos en fase de contención. No se recomienda suspender eventos sociales» [como aconsejaba la UE].
4 de marzo: «No tiene sentido cerrar los colegios».
6 de marzo: «Los centros de día de mayores no se tienen que cerrar».
7 de marzo: «Si mi hijo me pregunta si puede ir a la manifestación, le voy a decir que haga lo que quiera».
El 9 de marzo el Gobierno reconoce que hay «contagios comunitarios».
El 14, decreta el estado de alarma.

Tercer argumentario: «Es evidente que si el Gobierno hubiese tenido los datos que tiene hoy lo hubiese hecho de otra manera» (Nacho Escolar).

Lo dice el que dijo ufano que el coronavirus no era una epidemia zombie y que no había de qué alarmarse. Ahora se justifica en que le faltaba información.

Cuando se está al frente de un Centro de Alarmas Sanitarias se debe tener toda la información. La tuvieron Alemania, Corea del Sur, Grecia y Portugal. ¿Por qué entonces no la tuvo España?

Los periodistas del Gobierno se escudan en que «nadie podía saberlo» pero no es cierto. Hubo países que sí lo supieron y otros, como España, que pese a los avisos —como por ejemplo la cancelación del Mobile World Congress— no quisieron verlo. «No hay motivos sanitarios para suspenderlo», dijo el Gobierno con una vista de lince.

Si no tenían la información, es que son unos incompetentes. Si la tuvieron y miraron hacia otro lado porque había que llegar al 8-M, es que son unos irresponsables.

Cuarto argumento: «La conspiración del 11-M regresa con la tesis del gobierno ilegitimo» (Enric Juliana)

«Proclamar que un gobierno es ilegítimo invita a la ciudadanía y a los aparatos del Estado a moverse contra ese gobierno. Contra un gobierno ilegítimo, todo lo que se haga para derrocarlo puede ser legítimo», dice el experto en conspiraciones y editoriales únicos Juliana.

«Esto forma parte de que frente a una dictadura es legítimo relevante…» Ana Pastor le pidió que aclarase si se refería a lo que dijo Pablo Iglesias del golpe de Estado de la Guardia Civil pero Juliana no se mojó.

«Se está invitando a los aparatos del Estado a actuar frente a un Gobierno ilegítimo. Yo no tengo datos ni idea de esto… Yo llegué a Madrid cuando en este país (aquí habla como si fuese un corresponsal extranjero) la opinión pública estuvo sometida a un lucha constante de información y editoriales que sostenían que la autoría del atentado del 11-M era de la ETA. Estuvimos meses hablando de ello pese a que no había evidencia de ello».

«¡Meses no, años!, dijo Lucía Méndez, con el reloj que le regaló Pedrojota en la muñeca.

Qué sería de la izquierda si no fuera por las conspiraciones.

‘EL QUILOMBO ‘ – PROGRAMA COMPLETO DEL 15 DE JUNIO DE 2020

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