El PSOE ha sacado a pasear al rabioso dóberman de la crispación y la estrategia le ha funcionado.
Acorralado por las mentiras y los engaños del coronavirus, con más de 45.000 muertos a sus espaldas, el Gobierno ordenó a sus terminales mediáticas poner en marchar maniobras para acusar a la derecha de crispar y al PP de seguir la hoja de ruta ‘ultra’ de VOX.
Y así tapar a su vez los escándalos de Marlaska, Illa y Simón, pilares de este Gobierno infame.
No hubo tertulia en la que los presentadores preguntaran a sus contertulios por la ‘tensión política’ y la ‘crispación’ que se vivía en el Congreso. Y aquí quien crispa es la derecha según los cánones de la izquierda mediática desde los tiempos de la PRISA de Polanco.
Cada vez que un Gobierno socialista está hundido en el fango de la mentira, la corrupción y la putrefacción de las instituciones, el PSOE recurre a la misma estrategia: la culpa es de la derecha por crispar y no tender la mano al Gobierno.
«Pensaba que iba a venir a tender la mano, señor Casado. Pero yo no voy a entrar en sus provocaciones. Si usted quiere unidad, aquí tiene al Gobierno. Si quiere la bronca, ahí tiene la ultraderecha», le dijo Sánchez a Casado.
Da risa escuchar a este Gobierno hablar de unidad cuando quienes le cubren las espaldas son los proetarras de Bildu, los golpistas de ERC y los chavistas de Podemos, a quienes les une el objetivo de hacer volar por los aires los cimientos de esta nación.
Este 17 de junio de 2020 en ‘Al Rojo Vivo’ reapareció Enric Juliana para tragarse el CIS entero y darle absoluta credibilidad: «Este sondeo demuestra que los ciudadanos están hartos de la tensión política y de la bronca».
Lo dice el mismo cerebro gris de la época más talibán de La Vanguardia bajo la dirección de José Antich. Lo que define a Juliana es tirar la piedra y esconder la mano. Ya le pasó cuando agitó las aguas del separatismo y reculó cuando el experimento se le fue de las manos.
Juliana cambia de opinión como de camisa. De furibundo catalanista pasó a decir que «había que aislar políticamente a la facción de Torra y Puigdemont» porque esto se les ha ido de las manos. «Personas adultas vertiendo jabón en una fuente pública», escribió el 27 de octubre de 2019 y llamó «inepto muy relevante» a Torra. El buen hombre no puede con su alma.
LA CRIADA DE IGLESIAS
Las puntadas sin hilo de Juliana llevan siempre hasta el sastre Pablo Iglesias. El podemita escucha al vaticanista Juliana como si fuera su confesor.
Iglesias ha presumido de mantener una buena amistad con tres periodistas ‘conservadores’: Juliana, Lucía Méndez y Pedrojota Ramírez. Dime con quién andas y te diré quién eres.
El líder de Podemos conoció a Juliana a través de Íñigo Errejón, que quedó fascinado después de conocerle y le dijo a Iglesias que era un ‘gransciano’ de derechas.
Pablo Iglesias y Enric Juliana escribieron juntos Nudo España (Arpa Editores). Lo del nudo venía a cuento porque, según Juliana, la ultraderecha venía a cortar el nudo cortándolo con la espada como Alejandro Magno y otros como Podemos que vienen a cortarlo por lo sano.
Con asiento VIP de tertuliano en las principales cadenas de Madrid, Juliana viene colando la idea de que la derecha está impulsando una nueva conspiración para derrocar al Gobierno como lo hizo en el 11-M con Zapatero.
Juliana fue el promotor de la idea de la crispación y exigió a la oposición que haga una moción de censura porque «este Gobierno es legítimo». El ‘cerebro gris’ de La Vanguardia fue el que tejió un cordón sanitario alrededor del Gobierno de Sánchez contra las criticas por la gestión del coronavirus.
Quién mejor le definió fue Losantos: «Juliana es criada para todo, con aspecto de colesterol eclesial que tiene va impartiendo doctrina con la voz ahuecada».
«Este es el sujeto siniestro que hizo aquel editorial que publicaron 11 diarios de Cataluña a la orden contra el Tribunal Constitucional… el chico de Bertone, el chico de Pujol, el chico de Godó, el chico de Mas… Juliana es criada para todo, con aspecto de colesterol eclesial que tiene va impartiendo doctrina con la voz ahuecada que es lo típico de los separatistas catalanes junto al carnicero de Madrid y cuyo modelo es Caracas».
La conexión Bertone & Juliana la explicó Losantos en otro editorial durísimo contra Fernández Díaz:
De hecho, Fernández Díaz colaboró activamente con [Enric] Juliana en la mafia rosa del Vaticano para cerrar la COPE, que denunciaba estas cosas. Fue él en persona, el meapilas de Fernández Díaz, el que fue a decirle a [Antonio María] Rouco Varela de que había que hacerle caso al cardenal [Tarcisio Evasio] Bertone y cerrar ese púlpito de crispación. ¿Y qué hacía mientras tanto? Ir a pedirle de rodillas a Pujol de que no diera el golpe de Estado. Y el otro le dijo que tenía que hacerlo. Y él se volvió a Madrid, se lo dijo a Mariano y siguieron».
‘EL QUILOMBO ‘ – PROGRAMA COMPLETO DEL 18 DE JUNIO DE 2020
