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Pero no siempre se goza
Del placer de nueva rica.
¿El problema? Los vecinos,
Los vecinos y vecinas,
Que pasaban en la Urba
Una existencia tranquila,
Y de golpe inesperado
Llegaron los comunistas,
A entorpecerles las normas
Y estropearles la vida.
Para evitar las protestas
De vecinos y vecinas,
Marlaska les envió
Con urgencia, a toda prisa,
Cuarenta guardias civiles,
Para guardar la casita.
Los mismos que Pablo Iglesias
Disfrutaba con la vista
De sus cuarenta cabezas
Sangrantes y malheridas.
Cortaron calles y sendas,
Y por orden del chorlita
Multaron a los vecinos
Y también a las vecinas,
Que gritaban ¡Viva España!”
Junto al chalé podemita,
A pesar que a los multados
Trataban con cortesía
Porque vecinos y guardias
Sus ideas compartían.
Ella, la bella modelo
A la vez que útil ministra,
Se lustró poquito a poco,
Se depiló las axilas,
Se vistió con buenas marcas,
Gobernó con tonterías,
Y descubrió veinte sexos
Entre niños y entre niñas.
Los guardias les saludaban
Cuadrados, cuando salían,
Aunque ella no los miraba
Ni el saludo respondía,
Con un simple “buenas tardes”
O un escueto “buenos días”.
Y el Chanel número Cinco
Pobló sus estanterías.
Una mañana de agosto
Recibió a una periodista,
Que hace para “Diez Minutos”
Deliciosas entrevistas.
La periodista fue antaño
Con Suárez, ucedista,
Con Fraga, muy de derechas,
Con González, socialista,
Y ahora que manda Podemos,
Muy ardorosa podemita.
Posó Irene en las terrazas
Ajardinadas, floridas,
Del Ministerio que iguala
A los chicos y a las chicas.
A Rosa Villacastín
Sus preguntas respondía,
Mientras posaba entre ficus,
En columnas sonreía,
Y Judith Mascó, al mirarla
Sufría ataques de envidia,
Pues jamás una modelo
Posó con tanta delicia.
Pasó por allí nerviosa,
Pasó por allí, solícita,
Una de sus secretarias
Y habló Irene de esta guisa:
“Jolines, me cagüentodo,
Las bragas se me deslizan”
Y Rosa Villacastín
Su enorme gracia, reía.
Cuando salga del Gobierno,
Que lo hará, y a toda prisa,
Irene tiene un camino
Seguro para su vida.
La pensión y lo que haya
Caído por ser ministra,
Y un futuro de modelo,
Una Bünchen podemita,
Una Campbell de alhelí,
Una carrera infinita
Luciendo en las pasarelas
Con su porte y su sonrisa,
Las novedades de Zara,
Que es su marca preferida.
El Chanel número Cinco
Colma sus estanterías.
Alfonso USSÍA