Ana Camins Martínez, secretaria general del PP madrileño, conversa con ‘El Quilombo’ de Periodista Digital para analizar las embestidas salvajes de la izquierda contra Isabel Díaz Ayuso como las recientes declaraciones de Emiliano García-Page diciendo que Madrid «era la bomba radiactiva vírica».
La diputada del Partido Popular en la Asamblea de Madrid y senadora por designación autonómica, recuerda que esta campaña ya quedó en evidencia cuando José Manuel Franco, líder del PSOE de Madrid y delegado del Gobierno, reveló el plan para echar a Isabel Díaz Ayuso de la presidencia de la Comunidad.
«Hemos escuchado al Delegado de Gobierno en Madrid (José Manuel Franco Pardo) cómo en una conferencia con alcaldes socialistas les pedía tensionar el temas de los fallecidos en las residencias y con eso conseguían la imputación de algún miembro del Ejecutivo madrileño y así obligaban a Ciudadanos a romper el pacto de Gobierno. La jugada es derribar a un Gobierno que se les enquista porque el PP lleva gobernando en la Comunidad de Madrid 25 años recogiendo el apoyo de los madrileños dado que aquí llevamos políticas distintas a las que implementa la izquierda en otras comunidades. Por lo tanto, aquí vale todo»
Sobre la estrategia contra el coronavirus, Camins sostiene que «metiendo el miedo a la gente sin poner énfasis en la responsabilidad individual no sirve de nada».
Camins también ha abordado el tema de los okupas en Madrid. Un total de 1.998 viviendas de la Agencia de Vivienda Social (Ivima) se encuentran ocupadas ilegalmente en la Comunidad de Madrid, lo que supone el 8,55% del total de las viviendas del Ivima, que son 23.354. A eso hay que sumarle otras dos mil que pertenecen en su gran mayoría a bancos.
La Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid impulsaron en 2019 una mesa de trabajo conjunta dedicada a combatir la okupación ilegal de viviendas y hemos solicitado una «reforma de la ley para desalojar a estas personas en 24 horas. Tenemos tolerancia cero contra la okupación. La izquierda habla mucho de que es un tema social pero no hay nada más social que hacer cumplir la ley».
