Tal y como publicaba Periodista Digital, a primera hora de la mañana del pasado viernes 9 de octubre, Carlos Herrera se cansaba y decidía hacer una denuncia pública en las redes sociales:
Un usuario de Facebook, que responde al nombre de Jacobo Camacho Castro y que luce una bandera republicana en la foto de su perfil, le amenazó acordándose de sus hijos.
«¿Qué hago con esto?», se preguntaba la estrella radiofónica de COPE, mencionado a los perfiles oficiales de la Policía y de la Guardia Civil. Y adjuntaba el comentario que le había dejado el tal Camacho Castro, que en su perfil de Facebook luce una foto del logo de Unidas Podemos: «a ti el avión para irte a Somalia cuidadin con tus hijas Herrerita (sic)«.
La mera mención a la Policía y Guardia Civil en las redes comienza a mover la maquinaria de dos unidades, la Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional y la de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, que inmediatamente se ponen manos a la obra para por lo menos identificar al individuo que amenaza o extorsiona y determinar el nivel de amenaza real que suponen esas manifestaciones en las redes.
En el caso de Herrera, tal y como han asegurado a Periodista Digital fuentes policiales, inmediatamente comenzó con las pesquisas la Policía Nacional, tratándose además de una persona relevante con proyección pública, para determinar el nivel real de las s amenazas proferidas por el tal Camacho Castro.
Sin embargo, las mismas fuentes consultadas aseguran a PD que se recibió una orden expresa de las “altas instancias gubernamentales”, apuntando directamente al ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, para que no se investigue y se destinen recursos al caso “porque no es prioritario”.
Además, argumenta esa orden superior que ha indignado a gran parte de los agentes que consideran una injerencia del Ministerio del Interior, “no existe denuncia expresa del afectado y quien amenaza está perfectamente identificado, al no tratarse de una amenaza de una cuenta o perfil anónimo”.
Esta ‘dejadez’ de Interior, contrasta con la orden emitida, de “máxima prioridad”, cuando un malagueño subió a las redes sociales unas imágenes practicando tiro contra unas dianas ilustradas con fotografías de Pablo Iglesias, Pablo Echenique o Pedro Sánchez.
Poco después de conocerse que Carlos Herrera había recibido esas inaceptables amenazas, el perfil de Twitter del locutor de ‘Herrera en COPE’ se llenaba de cientos de mensajes de solidaridad y apoyo por parte de otros muchos usuarios.
Mal ejemplo ahora que por una decisión política, Carlos Herrera es ahora mismo uno de los periodistas más críticos con el Gobierno de Pedro Sánchez, este tipo de amenazas queden impunes. ¿Dónde queda aquello de las sanciones ejemplarizantes?
