Es socialista convencido, pero no es de los que ciegamente siga al rebaño.
Eduardo Madina, que fue en su momento aspirante a presidir el PSOE, sigue con verdadera preocupación la deriva a la que Pedro Sánchez está llevando a la formación del puño y de la rosa y, ahora como presidente del Gobierno, al conjunto de España.
El político se ha pronunciado en redes sociales sobre la intención del Ejecutivo socialcomunista de poner una mordaza a aquellos medios de comunicación que, según el particular criterio del gurú de Pedro Sánchez, Iván Redondo, y del secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, estén difundiendo información falsa.
Madina tiene muy claro que no se puede revertir a capricho un criterio fundamental y que no es otro que el hecho de que debe ser la prensa la que controle al poder y no al revés.
Como prueba de ello ha puesto un ejemplo más que clarificador contra la censura, el famoso vídeo en el que varias televisiones de los Estados Unidos deciden cortar la rueda de prensa de Donald Trump después de que este acusase sin pruebas de que el Partido Demócrata, el de Joe Biden, estaba robando las elecciones.
En una democracia no es el gobierno el que controla a los medios de comunicación. Son los medios de comunicación los que controlan al gobierno.
La importancia de esto es trascendental para un sistema democrático.
En este vídeo, un buen ejemplo.pic.twitter.com/FloAgsAaix— Edu Madina (@EduMadina) November 6, 2020
¿Se imaginan que algo así, que los medios españoles cortasen la emisión, hubiese sucedido cuando Pedro Sánchez presumía en sus ‘Aló presidente’ de haber salvado cerca de medio millón de vidas en mitad de la pandemia por el coronavirus? Va a ser que no.
Madina también se pronunció en contra del llamado ‘Ministerio de la Verdad’ en el programa ‘Más de uno'(Onda Cero), de Carlos Alsina, y fue bastante elocuente en su argumentación:
Cualquier tentativa por parte de un Gobierno de controlar lo que es la verdad y la mentira es, primero, una mala idea, segundo, es una estrategia condenada al fracaso. No sucederá. Y tres, el Gobierno pagará por el camino un precio alto por intentar llevar a cabo algo impropio en nuestra democracia.
No es imaginable un sistema democrático en la Unión Europea cuyo Gobierno, cuya jefatura de Gobierno, imaginemos El Eliseo o el gabinete de Merkel, decidan que se puede puede publicar y que no. Y como no es imaginable, no es aplicable a nuestro país.