El apoyo de los golpistas de ERC y los herederos de la ETA a los presupuestos del Gobierno socialcomunista conlleva un alto precio.
Y estos «codiciosos arribistas sin límites» como les ha llamado Carlos Herrera a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias están más que dispuestos a pagarlo.
No debería sorprendernos. En marzo de 2014 Periodista Digital desveló por primera vez el vídeo en el que entonces tertuliano Iglesias elogiaba a la ETA el 6 de junio de 2013 en una ‘herriko taberna’ de Pamplona.
«Han blanqueado a este banda, han normalizado a quien sigue sin condenar los atentados de la ETA…», afirmaba indignado Carlos Herrera en su editorial de las 6 h y 7 h en COPE.
Y el precio que se ha pagado estaba anunciado desde hacía tiempo:
«Si Bildu apoya esto es porque se llevará contrapartidas. Bildu es el heredero de ETA y algunos de los beneficios será conseguir una importante política de presos. Es decir, acercamientos. Ayer mismo después de que Otegi apoyase los Presupuestos, el Gobierno envió más cerca del País Vasco a los asesinos del matrimonio Jiménez-Becerril».
Se trata de Mikel Azurmendi Peñagaricano y Maite Pedrosa Barrenechea, que pasan de Valencia a la cárcel de Zaragoza. El primero fue condenado a 30 años como responsable del asesinato del matrimonio Jiménez-Becerril, entre otros asesinatos; y la segunda también por su participación en el crimen del concejal sevillano y su esposa.
Un acuerdo que mancha la dignidad de las víctimas a cambio de un presupuesto firmado con la sangre de los asesinados por ETA, 17 de ellos militantes y dirigentes del PSOE.
«Bildu cooperante anímico era una de las últimas barreras morales del PSOE…», continuaba a Herrera, que olvida cómo su amigo José Luis Rodríguez Zapatero pactó la legalización de los proetarras en sus negociaciones clandestinas con la banda terrorista tal como dieron cuenta las actas de ETA.
Herrera también resaltó la actitud de otro amigo suyo, el socialista Guillermo Fernández Vara, quien ha dicho que este acuerdo le da «vómitos». Vara dijo en 2016 que se iría si el PSOE pactaba con los nacionalistas. A día de hoy, sigue cobrando.