La reforma de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) es fuertemente intervencionista, promueve la restricción de derechos y libertades ciudadanas y atenta contra la pluralidad de nuestro sistema educativo que es clave en una sociedad democrática. Es una reforma que conduce hacia el dominio sistémico del Estado, dotando a las Administraciones con facultades cada vez más amplias en detrimento de las familias como primeras educadoras de sus hijos.
Así describe el ‘Manifiesto de #MasPlurales para la protección y la continuidad de la pluralidad de nuestro sistema educativo actual’ de ‘Más Plurales’ la llamada LOMLOE o más conocida como ‘Ley Celaá‘.
Permite distribuir a los alumnos por centros reduciendo significativamente la elección educativa de sus padres, un derecho avalado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Se inventa un derecho a la educación pública -cuando el derecho reconocido en la Constitución es el derecho a la educación-; la enfrenta al modelo de educación concertada, ampliamente implantado en Europa, rompiendo la complementariedad de redes recogida en la Constitución; devalúa la enseñanza de la asignatura de Religión en la escuela aplicando un laicismo impropio y pone en duda la supervivencia de los centros de educación especial, entre otros aspectos.
En conversación con ‘El Quilombo’ de Periodista Digital, Begoña Ladrón de Guevara, presidenta de la Confederación de padres y madres de alumnos (COFAPA) y miembro de ‘Más Plurales‘ denuncia que se ha aprovechado la pandemia para sacar esta ley a toda prisa sin consensuarla con la sociedad civil.
«Estuvimos trabajando para un pacto educativo para llegar a una ley que perdure y de repente sacan esta ley en plena pandemia sin que se nos escuche. Pedimos participar en la tramitación de la enmiendas y no nos lo negaron. Se ha hecho de manera oscura y sin consenso»
«El Gobierno cree que hay una educación única, la que ellos impongan»
«Es una ley que va contra las familias con menores recursos, parece que la libertad solo es para ricos»