ANÁLISIS / JAVIER GARCÍA ISAC

Javier García Isac (Radio YA): «Ciudadanos se ha convertido en un parásito, necesita de otros para malvivir»

Javier García Isac
Javier García Isac

Nunca antes una política en España como Inés Arrimadas, había generado tanta ilusión y expectación como decepción. Inés Arrimadas ha batido todos los récords y registros conocidos, es la viva imagen de como es relativamente fácil alcanzar la gloria, para caer rápidamente a los infiernos, haciendo bueno el dicho de que lo verdaderamente complicado es mantenerse.

Inés Arrimadas tenía todos los mimbres para haberse convertido en un referente político en este país. Rapidez de palabra, valentía, se la presupone inteligente, dando la batalla en defensa de la españolidad en Cataluña, joven y nueva en esto de la política, era una persona que aunque uno tuviera serias diferencias ideológicas, de entrada caía bien.

Después de aquella histórica victoria de Ciudadanos en diciembre del 2017, algo cambio en la organización naranja y muy especialmente en Inés Arrimadas.

Nada volvería a ser lo mismo. Un cúmulo de errores y despropósitos, una errática estrategia política, conducen a Ciudadanos a la irrelevancia política a la que de forma inexorable parece que les conducirá el destino. Tan solo han pasado tres años y es muy posible que Ciudadanos muera allí donde nació, en Cataluña, donde los resultados que obtendrían en las próximas elecciones autonómicas certificaron su defunción y no les auguran nada bueno.

Inés Arrimadas y su organización deambulan por la política española con ocurrencias disparatadas y poco o nada aceptables que dan a la veleta naranja un final poco decoroso y nada digno para aquellos que un día se jugaron el tipo defendiendo la españolidad de Cataluña, triste final para una organización que podría haber significado un punto de inflexión en la maltrecha política española y muy particularmente en su política autonómica.

Ciudadanos se ha convertido en un parásito, en un esperpento de sí mismo, necesitando de otros para poder malvivir. Sabe que su supervivencia política depende de la generosidad de los demás. Están desubicados, en tierra de nadie.

En las provincias vascas fueron en coalición con el Partido Popular para poder optar a representación parlamentaria y en Cataluña se ofrecen a formar un bloque “constitucionalista” con el PSOE y con los populares para concurrir en las próximas elecciones autonómicas, después de saberse que los socialistas tienen un acuerdo con los amigos de los asesinos de ETA para sacar adelante los presupuestos generales del estado.

Si esta es la interpretación que hace Ciudadanos de ser “constitucionalista”, pactar con amigos de etarras, conceder a Sánchez seis meses de estado de alarma sin control parlamentario y apoyar a un gobierno que acaba de aprobar una ley de educación que solo busca acabar con la calidad en la enseñanza y lobotomizar y adoctrinar a nuestros hijos, yo me bajo del “tren constitucionalista”.

Flaco favor le hace a una constitución ya de por sí muy deficiente en su articulado. No es necesario invocar la constitución para defender la unidad de España, si los que Ciudadanos considera como “constitucionalistas”, son los del PSC, la franquicia de los socialistas en Cataluña. Aquellos que brindaban con cava en sus sedes, cuando ETA asesinaba a españoles, bien entrada la década de los años ochenta o los que aseguraban que a los golpistas que pusieron en riesgo la unidad de este país se les debería indultar.

Son innumerables los errores cometidos por Ciudadanos y por la propia Inés Arrimadas, desde presionar a un Mariano Rajoy muy predispuesto a dejarse presionar y aceptar todo aquello que le viniera de fuera, para que aplicara un 155 cuya única finalidad no era la de salvaguardar la unidad de España, sino la de celebrar una elecciones para que Inés Arrimadas fuera la más votada, pero sin posibilidad de gobernar, motivo por el cual ni siquiera quiso presentarse a la investidura y provocando una situación bastante peor a la existente antes de la aplicación del artículo, pasando por presentar un candidato extranjero a la alcaldía de Barcelona, uno de los hombres de Macron y Soros en España, y terminando por dar el salto a la política nacional a las primeras de cambio, en cuanto las cosas se pusieron complicadas, generando un sentimiento de abandono en todos aquellos que habían confiado en ella para que las cosas cambiaran.

Ahora es demasiado tarde para intentar salvar a una organización y a una política que está dando sus últimos coletazos, una política amortizada y que pasará a la historia por todo aquello que no se debe hacer en política.

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Autor

Javier García Isac

Licenciado en derecho por la Universidad Complutense de Madrid, en la actualidad, es director de Radio Ya donde dirige y presenta diariamente el programa de actualidad política “En la boca del lobo”. Además, es presentador y director de “Cita con la historia”.

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