La derecha está tomando las calles de Madrid, desmontando ese mito de que las calles son de la izquierda. Pues la campaña del 4-M si algo está dejando claro que la derecha gana la calle mientras la izquierda tiene que esconderse en azoteas como es el caso de Podemos.
Bueno, han dicho suspendieron el primer mitin abierto a los madrileños por no tramitar a tiempo los permisos a tiempo pero no sé yo si es que se han dado cuenta de que a sus mítines no va ni el Tato. Recordemos que arrancó la campaña blindado en plasma desde su sede para evitar abucheos. Hoy han hecho un acto en Alcalá de Henares donde había más niñeras que asistentes.
«Tenemos que animarnos», pidió en un momento dado el coordinador del partido en la Comunidad de Madrid, Jesús Santos, al ver que aquello más que un mitin era un funeral.
Como le dijo Abascal a Okdiario, «Iglesias no es que no se atreva a pasear por Galapagar, es que no se atreve a ir a Vallecas». Si no se disfraza con una sudadera de Alcampo y se rodea de escoltas, él no puede pisar la calle. Porque la gente no les puede ni ver. Están hartos de sectarismo, de odio y de sus insultos. Están hartos de ser cada vez más pobres mientras ellos son cada vez más ricos y reclaman indemnizaciones de 5300 euros, esas que prometían renunciar cuando iban de plató de plató engatusando a los españoles.
Lo cierto es que la derecha llena las calles, Monasterio se da baños de multitudes allí donde vaya y Ayuso es ovacionada hasta las lágrimas Mercamadrid, para disgusto de Iglesias que decía que la candidata del PP no se atrevía a bajar al sur de Madrid.
El que no puede ir es él. No solo no pisan la calle sino que además Iglesias excluye a la prensa en su gira electoral por Madrid para evitar preguntas incómodas. Por cierto, Podemos le denegó la acreditación «por motivos de aforo» a Okdiario, lo digo por si Vallés o alguno de estos quiere hacer alguna pieza informativa en la que señalaban a VOX por vetar periodistas.