Un debate se mide por sus expectativas. Iban a comerse con patatas a Diaz Ayuso y ésta salió más presidencial de lo que había entrado.
Iglesias ya no cuela, ni como persona ni como personaje . Como persona es un fraude ético y convertido en todo aquello contra lo que clamaba, pura casta que vive y se ha forrado en tres años con la política.
Gabilondo, como ausente , desorientado e incompetente como mentiroso. Miente sin la convicción debida y se le nota demasiado. Sacó tajada por ese lado Mónica García que les comió la tostada a ambos. Edmundo Bal fue bien aunque acabó mal. Su problema es su partido. No son de fiar y de postre el en el remate volvió a jugar a la veleta.
Rocío Monasterio cumplió con lo que de ella se esperaba y consolido el voto de su partido. Isabel Díaz Ayuso, a la que le valía con mantenerse firme, fue más allá templó, desmontó la caricatura, coloco sus banderillas negras y sintonizo mejor que nadie, sobre todo al final, con la gente de la calle. Vamos que salió mejor que entró, y entraba ya con mucha ventaja.