Otro monstruo este Hugo Ernesto Osorio Chávez y de los que han estado años y años haciendo espantosas tropelías.
Según los peritos forenses, en la casa del exagente de la PNC, ubicada en el municipio de Chalchuapa, a 78 kilómetros al oeste de la capital, se han ubicado al menos ocho fosas donde se presume que el expolicía enterró a sus víctimas.
Osorio Chávez, de 51 años, fue capturado por el asesinato de Mirna Lima y Jackeline Cristina Palomo Lima, madre e hija de 57 y 26 años, respectivamente, pero al investigar el lugar donde se cometió el doble feminicidio, los peritos descubrieron la existencia de más fosas.
Las autoridades decretaron orden de captura contra otras 10 personas vinculadas a nueve feminicidios y cinco homicidios agravados. Estas personas estarían vinculadas al expolicía.
“Es obvio la relación con Hugo Osorio, ya que, en su residencia, es donde prácticamente estas personas fueron enterradas”, dijo a la Fiscal Gabriela Sagastume.
La casa, que ha centrado la mirada de la sociedad salvadoreña en los últimos días, se encuentra en una zona aislada y cerca de un amplio cultivo de caña.
Las autoridades no permiten que la prensa se acerque a la casa y han ampliado el perímetro de seguridad.
El director General de la Policía, comisionado Mauricio Arriaza Chicas, confirmó que Osorio Chávez fue separado de la institución en 2005 y cree que el sujeto venía cometiendo los asesinatos desde hace unos 10 años.
Reveló que durante el interrogatorio “nos decía que había identificado a las víctimas a través de las redes sociales y buscaba la forma de acercarse y hasta hacerles ver el sueño americano”.
“Este sicópata ya está detenido y las personas que le colaboraban creo que en un 99% ya están detenidas”, agregó el jefe policial.
Arriaza Chicas dijo que las investigaciones del caso son complicadas debido a que las víctimas fueron llevadas a la casa de Osorio Chávez, por lo que los vecinos no se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo.
Por su parte, el ministro Villatoro señaló que por la profundidad en la que han sido ubicados los cuerpos de las víctimas, “se sospecha que los asesinatos no son obra de una sola persona”.
De acuerdo con publicaciones de medios locales, Osorio declaró extrajudicialmente que en su casa se podrían encontrar más de 40 restos de personas asesinadas.
Villatoro negó en una entrevista televisiva que este caso represente el patrón de las desapariciones en el país, dado que “tienen diferentes aristas” y que “estamos frente a un psicópata que su fin no era desaparecer, su fin era satisfacer sus apetitos sexuales y luego, según él, borrar las evidencias”.
El documento “Desaparición de Personas en El Salvador”, de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad), da cuenta de que en ese lapso la Policía Nacional Civil (PNC) recibió 12.495 denuncias, pero el dato de la FGR fue de 22.307.
Israel Ticas, uno de los forenses más reconocidos en el país y que trabaja para la Fiscalía, ha señalado en diferentes ocasiones que si una persona pasa más de ocho días desaparecida existe una alta probabilidad de que haya sido asesinada y enterrada en un cementerio clandestino.
En el país centroamericano, de 6,7 millones de habitantes, se registraron el año pasado 70 feminicidios (homicidios cometidos por la condición de mujer de las víctimas) y 111 en 2019.
La violencia contra las mujeres en América Latina, incluidos los feminicidios, se agravó durante la pandemia de coronavirus.
En México un hombre de 72 años fue detenido esta semana como presunto asesino en serie de mujeres, informaron medios locales, tras encontrarse en su domicilio restos de varias personas.
El hallazgo fue en el Estado de México, vecino de la capital, tras una investigación por la muerte de una mujer de 36 años.
