No cabe en cabeza humana.
La mujer que asfixió con una bolsa de plástico a su propia hija, confiesa que la mató para causar daño al padre.
Y añade que después intentó suicidarse, pero no debió ponerle las mismas ganas, porque sigue viva y coleando.
Subraya que su único objetivo era hacer sufrir al padre de la criatura, con quien había cortado su relación hacia dos años y medio y que no quería volver con ella.
El titular del juzgado de Instrucción número 7 de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) acordó este 11 de junio de 2021 prisión provisional, comunicada y sin fianza para la mujer.
La homicida ha declarado por videoconferencia desde el hospital, donde permanecía ingresada bajo custodia policial tras matar a la niña e intentar suicidarse el pasado 31 de mayo.
Según han informado fuentes del entorno de la familia, la madre ha reconocido que suministró un tranquilizante a su hija cuando iba a dormir y que por la mañana le puso una bolsa de plástico en la cabeza hasta que ya no podía respirar.
En su declaración judicial, la mujer ha admitido que mató a la niña para causar daño al padre, con quien tenía la custodia compartida de la menor tras romper su relación hace dos años y medio.
Ha explicado que alguna vez intentó convencer sin éxito a su expareja para recuperar la relación, la última de ellas el viernes antes del crimen.
Puntualiza que ese día le contó a su expareja que le habían detectado alguna cosa, que no concretó, y que no seguiría con el tratamiento si no regresaba con ella, aunque no amenazó a la niña.
Posteriormente, el sábado la mujer insistió enviándole un mensaje a su ex, que no contestó.
La madre, que dejó cinco cartas en la habitación de su casa antes de intentar suicidarse, ha admitido que desde hace dos o tres meses planeaba matar a la niña.