España no paga traidores

Sánchez envuelve la ignominia de los indultos en mascarillas y rebaja de IVA

Lo lógico, lo coherente, lo racional es que se hubiera puesto de rodillas este 21 de junio de 2021 en Barcelona

Sánchez envuelve la ignominia de los indultos en mascarillas y rebaja de IVA
Pedro Sanchez (PSOE) y sus socios, compinches y amigos. PD

Lo chocante fue que Pedro Sánchez pronunciase de pie su engolado discurso anunciando el indulto a los golpistas catalanes.

Lo lógico, lo coherente, lo racional es que se hubiera puesto de rodillas este 21 de junio de 2021 en Barcelona, porque lo suyo ha sido una vergonzosa rendición y una petición de perdón.

No es una pomposa ‘agenda del reencuentro‘ lo que ha puesto en marcha el líder socialista, sino el guion de la claudicación de todo un Gobierno y la rendición de todo un Parlamento, tomando como rehén de una injusticia a la inmensa mayoría de la sociedad.

El socialista Sánchez camina ufano tras los pasos de su mentor Zapatero, quien tras dejar a España en la ruina, humillada por una banda terrorista y aislada internacionalmente, sirve hoy de embajador al torturador régimen de Maduro.

El presidente del Gobierno ha elegido el Palacio del Liceo para anunciar el indulto a los golpistas catalanes, sin esperar al precepctivo «decreto motivado y acordado en Consejo de Ministros» y sin debate previo en el Congreso de los Diputados.

Si la supervivencia política de Sánchez pasa por abrir las puertas de prisión a los sediciosos, el jefe del Ejecutivo pretende pasar página cuanto antes y poner en marcha la maquinaria de la propaganda para combatir los demoledores efectos, en términos de opinión pública, que la medida ha provocado en la mayoría de la sociedad española.

Sánchez ya ni siquiera disimula: ha vendido la dignidad de España para garantizarse el apoyo de los enemigos de España, un trueque ignominioso que constituye la más alta traición a la nación.

Un golpe institucional sin consecuencias penales, pero revelador de la degradación moral de un Gobierno que prostituye la figura del indulto, convertida en un salvoconducto para que los golpistas puedan seguir atentando contra el Estado de Derecho. Y Sánchez en el papel de colaborador necesario.

Para que a la sociedad española no se le indigeste el perdón, el Gobierno ha preparado una serie de medidas orientadas a que el plato de los indultos no se le atragante a la opinión pública: rebaja del IVA de la luz del 21% al 10% y fin de las mascarillas en la calle.

La perversión política de este Ejecutivo no tiene límites: lo que hasta hace una semana era, según afirmaba tajantemente, imposible -rebajar la fiscalidad de la factura eléctrica- ahora se hace realidad por arte de birlibirloque, lo que demuestra que este Gobierno está reñido con la verdad.

Sánchez es un tahúr, un mercachifle que pretende ganarse el perdón de los españoles a su indulto a los golpistas bajando el IVA de la luz.

Es el precio que el presidente pone a la dignidad de los españoles. Ahí se equivoca.

Podrá seguir un tiempo más en La Moncloa, pero España -ya tendrá ocasión de comprobarlo- no paga traidores

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