El diario El País, cada día más rendido al ‘sanchismo‘, le ha cedido una tribuna al presidente de Gobierno para que explique y ceda su decisión de indultar a los políticos presos catalanes.
Sin embargo, eso no es la noticia. Lo llamativo es que, según se ha dado cuenta Arcadi Espada, Pedro Sánchez o alguien de su equipo se han dedicado a hacer un vulgar copia y pega de su propio texto, llegando a repetir dos párrafos exactamente igual. El periódico que lo publica ni se ha molestado en revisarlo ni mucho menos corregirlo. Qué dejadez la de unos y de otros.
¡No se lo pierdan!
Sánchez ya se plagia a sí mismo.
Y El País ya ni le corrige.Vía Arcadi Espada. https://t.co/JmgIvAmFMO
— Cayetana Alvarez de Toledo (@cayetanaAT) June 23, 2021
Espada: «No son el símbolo de la degradación. Son la degradación»
El columnista de El Mundo explicaba el dislate periodístico y político de esta manera:
Pero ni el presidente ni el periódico pueden resistirse a la incuria. Ninguno de los dos entes, y la pléyade de escribas pagados, han sido capaces de evitar que en el confuso corta y pega que habrán ido practicando con textos provenientes de los negros más oscuros se haya repetido un párrafo.
Un párrafo repetido, hoy. A las 11 de la mañana ni siquiera han sido capaces de repararlo en la web. Este es el punto al que han llegado el Gobierno y el principal periódico del país. No son el símbolo de la degradación. Son la degradación.
Arcadi contra la incuria. pic.twitter.com/a3NwrkAcoZ
— Jorge Bustos (@JorgeBustos1) June 23, 2021
* Negligencia, abandono o falta de cuidado
Sánchez justifica los indultos en El País: «Buscan recuperar la convivencia»
Por lo demás, la tribuna en cuestión no tiene nada del otro jueves.
En ella, el jefe del Ejecutivo asegura que “el Gobierno quiere ahora, cuanto antes, retomar el diálogo y mantenerlo hasta que se alcancen acuerdos”.
Sánchez ha recordado que “nuestro país ha sido capaz de hacer frente y salvar diferentes obstáculos” con el diálogo como herramienta: “Nuestra democracia echó a andar gracias al generoso abrazo de hombres y mujeres que, sin compartir las mismas ideas, entendieron que la Constitución era el único marco posible”.