Los de bien tenemos la obligación moral de defender la memoria de las víctimas del terrorismo.
Murieron en nombre de todos nosotros para aterrorizar a la sociedad en su conjunto y conseguir objetivos políticos, siendo indiferente la naturaleza de estos últimos.
El Estado español tiene, además, la obligación legal, establecida en el artículo 61 de la Ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo, de defender la dignidad de las víctimas, estableciendo la prohibición de exhibiciones o actos públicos de enaltecimiento del terrorismo.
Es un mandato muy claro que el Gobierno Sánchez está incumpliendo, por mezquinos intereses políticos y personales.
El economista Francisco Simón y el periodista Vicente Gil se han pasado por el debate de ‘Clave Editorial’, programa que emitimos cada sábado a las 20:00 horas por el canal de Youtube de Periodista Digital, y han cargado durante contra el Gobierno de Pedro Sánchez por permitir los actos homenaje al sanguinario etarra Henri Parot -y demás asesinos de ETA- y contra todos los proetarras asistentes.
A pesar de que múltiples medios anunciaron a los cuatro vientos (tal y como deseaba Pedro Sánchez) que el homenaje organizado por Sare -vinculada a Bildu, socio de Sánchez- al terrorista Henri Parot, con 39 asesinatos en su haber, se desconvocaba, la realidad fue muy diferente. La caminata es lo único que se ha quitado de la agenda, pero lo esencial se mantuvo.
Y no solo en Mondragón (Guipúzcoa), sino a lo largo y ancho de todo el País Vasco y Navarra. Por lo pronto, a media mañana del 18 de septiembre de 2021 hubo una comparecencia pública para expresar su apoyo al sanguinario terrorista que segó la vida de 39 personas, y por la tarde se celebraron varias manifestaciones en ciudades de País Vasco y Navarra bajo el lema ‘Contra las cadenas perpetuas, derechos humanos’.
Tiene narices que los proetarras se manifiesten por los ‘derechos humanos’. Además, tuvieron que ser las propias víctimas de las acciones sanguinarias de Parot las que alertaron de que lo que pretenden hacer los proetarras no es más que un fraude.
Francisco Simón cuenta a la audiencia de PD cómo vivió “tres bombazos de ETA” y que eso sí que es una cadena perpetua pues “te quedan secuelas psicológicas para toda la vida”.
Si para la derrota operativa de ETA fueron determinantes los consensos políticos que supusieron el Pacto de Ajuria Enea y el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo, para el auge de la maquinaria política de ETA-Batasuna ha sido fundamental la ruptura del Gobierno Sánchez con el espíritu de aquellos pactos y su contribución electoral, parlamentaria y mediática al blanqueamiento de organizaciones que ahora tienen acceso a decisiones gubernamentales, además de ocupar la calle con actos que el Estado tiene la obligación de impedir.
Alguien anunció que nos helarían el corazón.
Y vaya si lo han hecho.
