LA SEGUNDA DOSIS

Alfonso Rojo: «Pedro Sanchez, alias ‘Dr Fake’, pincha hasta en las encuestas»

Quienes sean asiduos lectores de Periodista Digital quizá hayan reparado en que no hemos dedicado ni una línea a la muerte del dramaturgo Alfonso Sastre y les voy a explicar por qué.

El 13 de septiembre de 1974, ETA perpetró en Madrid su primer gran atentado indiscriminado contra la población civil.

Ese día, dos asesinos etarras venidos expresamente del País Vasco francés, pusieron una bomba en la cafetería Rolando, en el número 2 de la calle del Correo de Madrid, al lado de la Dirección General de Seguridad, que entonces estaba ubicada en lo que hoy es la sede de la Comunidad, en la Puerta del Sol.

La explosión se produjo poco después de la dos de tarde, una hora en la que la cafetería estaba especialmente concurrida de clientes.

El atentado causó la muerte de 13 personas y heridas a otras 73. Hubo varios que se quedaron ciegos, muchos mutilados y la mayoría traumatizados de por vida.

Los dos etarras que pusieron la bomba en la cafetería Rolando no llegarían a ser detenidos nunca.

Las personas que les dieron cobijo en Madrid, entre ellas, Eva Forest, responsable de la infraestructura de ETA en la capital de España, que fue quien les señaló el objetivo y les acompañó al lugar del crimen, y su marido Alfonso Sastre, serían amnistiadas en 1977, sin que a día de hoy nadie haya respondido ante la Justicia por todas aquellas muertes.

Pues a este miserable Alfonso Sastre, candidato de Herri Batasuna en más de una ocasión, es al que el socialista Sánchez, presidente del Gobierno de España y socio de proetarras y golpistas, despide en su Twitter como un grande de la cultura.

Lo hace Sánchez con el mismo dolor con que hace un año, en el Senado, dio el pésame a Bildu por la muerte del terrorista etarra Igor González Sola, que la víspera se había suicidado en prisión.

Nosotros sólo deseamos que, si hay infierno, el tal Alfonso Sastre esté ya allí asándose al lado del obispo Setién y que a su amigo Sánchez, alias ‘Doctor Fake’, le pase pronto lo que pronostican las encuestas.

Ni el baile de carteras en el ala socialista del Consejo de Ministros, ni la campaña de vacunación contra el Covid-19, ni el postureo con los que llegaban de Afganistán ni los cientos de millones que siguen volcando en las cadenas de televisión, medios y tertulianos afines, están haciendo cambiar el signo de los sondeos.

El más reciente, el de NC Report publicado en La Razón refuerza la tesis de que se ha cambiado el ciclo político y si hubiera elecciones generales Sánchez saldría escopetado de La Moncloa.

Si hoy fueran convocados los españoles a las urnas, el Partido Popular superaría en más de un millón de votos al PSOE, y sumando sus 130 escaños al medio centenar que sacaría VOX, alcanzaría sin sobresaltos la mayoría absoluta.

Más de un millón de estos nuevos sufragios proceden de antiguos votantes de Ciudadanos, pero también de nuevos electores.

Los comicios parecen lejos, quizá para finales de 2023, así que no queda otra que perseverar.

Sobre todo, viendo lo que tenemos en el Gobierno en general, en Ministerios como el de Interior en particular y en los medios de comunicación, donde son capaces de urdir cualquier tropelía con tal de seguir disfrutando de los cargos y los sueldos, a cuenta del sufrido contribuyente.

Que la Delegación del Gobierno en Madrid, dirigida por la socialista Mercedes González y a las órdenes de Sánchez y Marlaska, permitió una mamarrachada neonazi en el madrileño barrio de Chueca coincidiendo con los 51 actos de exaltación de Henri Parot y de ETA celebrados en la mañana del sábado, huele que apesta.

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