Todos nos podíamos imaginar perfectamente a Pilar Rahola, otrora la musa del procés, en su casa con pintas regulares y absolutamente reventada por lo que veía en la noche del sábado en la única cadena que tiene su televisor, TV3.
Estaría en el sofá la buena señora, pensando en que era una buena noche para cantar canciones de separatistas con su amigo el de la guitarra, pero esta vez no tenían a nadie por quien manifestarse.
Así que no fue sin duda una buena noche la de 19 de noviembre para la independentista furibunda, que se las prometía tan felices viendo uno de sus programas favoritos, FAQS, pero no contaba con que entrevistarían allí a Cayetana Álvarez de Toledo por su nuevo libro.
Fue ahí cuando se le empezó a amargar la cena a Rahola, y lo único que tenía a mano para desahogarse y soltar toda su rabia eran el móvil y el Twitter.
Apenas le habían dado paso a la diputada del PP, que comenzó un descomunal discurso la invitada dejando KO antes de empezar a presentadora, cadena y, por extensión, rancio independentismo. Rahola estaba loca en casa, revolviéndose en el sofá y por lo que ella misma apuntó, tirando de hígado para sobrepasarlo…
Y se puso a tuitear:
El odio de la marquesa al catalán llega a ser patológico.
Es necesario mucho hígado, pero mucho hígado.
Ultra, autoritaria y demagoga. Buf.
Escuchando a la ínclita, a punto de que me pete el cerebro. ¡Qué cantidad de barbaridades sin despeinarse!
Ojalá un Cayetana contra Rahola en televisión.
Risto daría palmas con las orejas.
