El Gobierno Sánchez, el mismo que prohibía a la Policía Nacional usar material antidisturbios o cargar con energía contra los alborotadores independentistas en Cataluña, ha sacado una tanqueta para asustar a los violentos trabajadores del metal en Cádiz.
Vaya por delante que lo de los empleados del metal es salvaje y merecen que las Fuerzas de Seguridad se empleen a fondo, pero es llamativo el contraste.
Por decisión de Sánchez y cumpliendo órdenes de Marlaska, muchos de los instrumentos con que cuentan las unidades antidisturbios, fueron excluidos del operativo policial montado para hacer frente a los violentos que arrasaron Barcelona como reacción a la condena a los golpistas del procés, en octubre de 2019.