El pabellón ‘progre’ de España en la Expo de Dubái se ha inundado en la primera tormenta tras costar más de 11 millones al Gobierno.
Decenas de millones de euros tirados por el desagüe para que Pedro Sánchez y sus acólitos puedan alardear de cumplir punto por punto su ideario progresista.
Todo un cúmulo de despropósitos que empieza, cómo no podía ser de otra manera, con ocultar los colores de España.
¿Para qué vas a pintar el recinto de rojo y amarillo? Nada, amarillo y naranja y así se le quita esencia de españolidad, que para este Gobierno socialcomunista las señas de identidad propias les deben parecer muy franquistas.