Era un clamor en los mentideros políticos.
Pero ahora ya queda totalmente confirmado que Yolanda Díaz no quiere verse salpicada por los pésimos resultados que Unidas Podemos va a cosechar en Castilla y León.
Así que la mejor manera de no verse implicada en el palo a los morados es, precisamente, adoptar un perfil ‘huecorrelieve’ para que los focos no apunten contra ella la noche del 13 de febrero de 2022 y los días siguientes.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y también ministra de Trabajo tiene sus miras políticas y sabe que si se vuelca en exceso en la campaña de Pablo Fernández puede acabar señalada.
Por esa razón, tal y como publica este 22 de enero de 2022 el diario ABC, la política podemita ha decidido dejar en manos de los responsables del partido en Castilla y León la organización de lo que serán dos semanas intensas de mítines, encuentros, visitas y debates.
Será el 28 de enero de 2022 cuando arranque oficialmente la campaña y la presencia de Yolanda Díaz se va a limitar a apariciones muy puntuales.
Incluso hay quien considera que no hay que hablar en plural, sino en singular. Se rumorea que a la vicepresidenta segunda no le hace especial ilusión aparecer por esa demarcación y que solo participaría en uno de los actos de Unidas Podemos.
El que está haciendo de tripas corazón es el propio líder podemita en Castilla y León.
Pablo Fernández, preguntado por la presencia de Díaz y de otros ministros del ala morada, asegura lacónicamente que se está a la espera de que estos cuadren sus agendas y confirmen su participación en los diferentes mítines:
Nosotros hemos invitado a Yolanda y esperamos que pueda venir a apoyar a Unidas Podemos en nuestra comunidad. Cuando lo sepamos, lo anunciaremos. Hemos invitado a todos los ministros y es cuestión de cuadrar las fechas y sus agendas.
Lo que verdaderamente preocupa a la formación comunista es que las encuestas no le son nada favorables.
La horquilla para el partido de Fernández está entre los dos y los tres procuradores en las Cortes castellano-leonesas, un resultado pésimo que además tampoco serviría para formar un bloque de izquierdas mayoritario con el PSOE para intentar arrebatar el poder a Alfonso Fernández Mañueco (PP).
De ahí que Díaz prefiera tomar las de Villadiego antes que la responsabilicen del porrazo electoral de los suyos en esta comunidad autónoma.