La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha vuelto a hacer el ridículo queriendo recortar los beneficios de las eléctricas. Una metedura de pata que la convierte en representante legitimada de las petroleras que son las únicas que han obtenido ‘ beneficios caídos del cielo’.
Mientras las eléctricas han visto recortado sus beneficios en España, obteniéndolo sin embargo en el extranjero gracias a sus inversiones en Estados Unidos, han sido las grandes petroleras y gasistas las que despiadadamente han obtenido enormes beneficios tras el aumento del precio del petróleo y del gas.
Mientras el beneficio neto de Iberdrola, de 2.410 millones de euros en los nueve primeros meses del año, es un 10,2% menor que en igual periodo de 2020, las gasistas y las petroleras han visto disparado sus beneficios por los altos precios. Las eléctricas han mantenido el precio fijo al 80 % de la demanda eléctrica, sin variar apenas sus ingresos, miemtras sus gastos se han disparado por el aumento del precio del gas y del petróleo.
Precisamente ese aumento del precio del gas y del petróleo, costes para las eléctricas, son paradójicamente mayores ingresos para las petroleras y las gasistas que se han visto muy beneficiadas, forradas en términos más coloquiales, obteniendo, estas sí, beneficios caídos del cielo.
En el caso de Repsol, por ejemplo, el resultado neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 2.454 millones de euros en 2021, ¡frente a los 600 millones del año anterior!
La petrolera BP logr logró en 2021 su mayor beneficio en 8 años, más de 6.000 millones de euros. La subida del petróleo, precisamente, ha disparado el beneficio de Cepsa hasta los 661 millones en 2021 y concretamente la división de Exploración y Producción de crudo duplicó su resultado bruto respecto a 2020.
Todo este incremento del precio del gas y del petróleo lo sufren todos los consumidores, todas las empresas, incluidas las eléctricas que se abocan a vender a pérdidas al tener contratos fijos de venta y por culpa del incremento de los costes del gas.
Sin embargo la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quiere intervenir los beneficios de las eléctricas, defendiendo claramente la posición de las petroleras y las gasistas.
Un gobierno tan dependiente de las grandes petroleras se lanza a mentir, a faltar a la verdad, inventarse beneficios que no existen y a dejar que los ciudadanos estén pagando ya dos euros por litro en sus depósitos.
