El periodista, Antonio Naranjo, analiza en ‘La Segunda Dosis’ de este lunes, 25 de abril de 2022, el presunto caso de espionaje, a través del sistema Pegasus, a los independentistas catalanes.
Naranjo afirma que si la investigación se hizo con el apoyo judicial, es razonable. “Es decir, si das golpes de estado y anuncias que lo vas a volver a hacer, pues es lógico que un asunto de seguridad nacional sea investigado con un pronunciamiento judicial de por medio”.
«A los malos hay que controlarlos, sean yihadistas, sean terroristas o sean independentistas que se saltan la ley». Es absurdo que haya que explicarlo y además, pedir perdón.
Sobre el caso destaca que hay dos hipótesis tan claras como vergonzosas, la primera es que se haya realizado todo acorde a la ley. “Si es así, que vaya el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños Bolaños, a disculparse con los independentistas, es inaceptable”.
La otra hipótesis es que haya existido el espionaje -luego del indulto-, sin apoyo judicial. En ese supuesto, lo que tendría que haber son dimisiones, señala. “Si lo han hecho sin el apoyo de un juez, aunque nos molesten mucho los separatistas, vivimos en un estado de derecho garantista y no se pueden hacer las cosas de cualquier manera”.
El periodista recuerda que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el órgano señalado, depende de presidencia y del Ministerio de Defensa, por lo que si hay dimisiones, debe ser hacia arriba, no hacia abajo. No pueden haber dimisiones de un sargento o de un directivo del CNI.
“Esto de entregar la cabeza del CNI es tremendo. Pero si algún ministro molesta a Podemos y al independentismo, es la ministra de Defensa, Margarita Robles, y es quien puede terminar siendo el chivo expiatorio que pague los platos rotos”.
En cuanto a las acciones del Gobierno para aclarar el asunto, considera que hace falta que alguien dé un paso al frente y admita que sí hubo investigaciones. “El problema es que cala mal haberlos indultados, convertirlos ya no en socios preferentes sino en interventores de tu gobierno, para luego espiarlos”.
En cambio, estamos viendo cómo las normas de derecho para Pedro Sánchez no existen y se pueden adaptar bien para abusar o bien para ser abusado a sus necesidades e intereses, lo cual es muy peligroso.
“Un caso que tendría que acabar en el juzgado con las pruebas conseguidas o con dimisiones por investigaciones ilegales, va a terminar con un despliegue de vaselina a domicilio para que los otros no se enfaden demasiado”.
