En 'La Segunda Dosis'

Sergio Fidalgo le augura un negro futuro a Colau: “Al final acaba estallando”

"Lo que está haciendo Colau es terrorífico. No solo tiene varias causas abiertas en la justicia sino que con su confrontamiento constante está consiguiendo que Barcelona sea una ciudad sectaria”.

Sin medias tintas.

El director de elcatalán.es, Sergio Fidalgo, repasa en ‘La Segunda Dosis’ la actualidad en la ciudad de Barcelona, ante el nuevo escándalo que salpica a la alcaldesa de la Ciudad Condal.

Ada Colau está pegada a la silla, pero pegada de verdad. Pueden pillarla en 20 escándalos que no hay quien la mueva”.

Así sentencia Fidalgo sobre la causa reabierta por la Audiencia de Barcelona, que acusa a la alcaldesa de Barcelona de prevaricación administrativa y coacciones por sus vínculos con grupos okupas. La querella señala que el Ayuntamiento impuso multas al fondo Vauras Investments después de que se negara a ofrecer un alquiler social a los okupas del edificio conocido como ‘Bloc Llavors’.

De esta forma, se abre un nuevo frente judicial para la dirigente de Barcelona en común, “más los que le espera. Cuando tienes 7 años haciendo practicas poco democráticas, al final todo te acaba estallando”, afirma el periodista.

Lo que está haciendo Colau es terrorífico. No solo tiene varias causas abiertas en la justicia sino que con su confrontamiento constante, en el que gobierna solamente para los suyos y no para todos los barceloneses, está consiguiendo que Barcelona sea una ciudad sectaria”.

Fidalgo concuerda con las palabras de la diputada del Parlamento de Cataluña, Eva Parera, que destaca que la alcaldesa está desprestigiando a la Ciudad Condal.

“Suerte tiene de que Barcelona es una marca muy potente, que ha hecho que la ciudad no se haya hundido económicamente del todo y que los turistas comiencen a volver a pesar de Colau. Pero hay que recordar que ella no los quería aquí. Si fuera por ella, estaríamos todos pidiendo en la calle y con las tiendas cerradas.”

En cuanto a las repercusiones de esta nueva imputación y una posible salida del Ayuntamiento, pese a que ella prometió en 2014 que dimitiría si era imputada -y que el código de ética de su plataforma así lo estipula-, Figueras considera que eso no va a pasar y que la forma de echarla es no votándola.

“Espero que los barceloneses tengan mejor criterio en mayo del próximo año”, reflexiona.

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