No hay peor enemigo para los socialistas que los números. Esos que desnudan los cuentos que a Pedro Sánchez le encanta contar. Hugo Pereira en su videoblog de este jueves, 28 de abril de 2022 saca las cuentas que retratan al Presidente.
Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), difundida el 28 de abril de 2022 por el Instituto Nacional de Estadística (ENA), retratan la ineficacia del Gobierno de PSOE-Podemos para generar empleo.
Al 31 de marzo de 2022, el número total de parados se ubicó en 3.174.700 personas y el de ocupados, en 20.084.700 personas, un dato «catastrófico”. Los resultados son bastante alarmantes, porque no dejan de subir los datos de personas en paro y, por consiguiente, de bajar las personas que están trabajando.
Según los datos de la EPA, la destrucción de empleo ponen los pelos de punta: el paro subió en 70.900 personas entre enero y marzo de 2022, lo que supone casi un 2,3% más que en el trimestre anterior. Por su parte, la ocupación se redujo en 100.200 puestos de trabajo.
Y es que la situación es cada vez más dramática para las familias españolas: los hogares en los que todos sus miembros se encuentran inscritos en el paro aumentaron en 29.000 en el primer trimestre, una subida del 2,8% respecto al a los tres meses anteriores, hasta alcanzar un total de 1.052.900.
Para entender lo mal que estamos gracias al gobierno socialcomunista, si nos vamos a la comparación con el resto de países de la Unión Europea, estamos a la cabeza del desempleo junto a Grecia. Encabezamos el desempleo juvenil. Somos el país que más ha caído por la crisis pandémica, somos el que menos crece de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), nuestra deuda supera el 120 sobre el PIB.
El caso es que la economía en esta España de Pedro Sánchez –que ya estaba mal antes de la pandemia, antes de la invasión rusa- va a peor.
¿Y qué hace Sánchez? No recorta el gasto público sino que lo aumenta en plena crisis. Somos el país con más funcionarios respecto a su población de toda la UE. Y es que el problema es que no estamos hablando de policías o médicos, sino de la gran cantidad de ministerios, asesores y funcionarios puestos a dedos que ha convertido el Estado en un “mastodonte”.
Al final, como siempre, son los españoles que terminan pagando, literalmente, estas terribles políticas. Lo vemos cuando llega la factura de la luz, cuando hacemos la compra o cuando llenamos el tanque del coche. Los bolsillos españoles están cada vez más golpeados.
