Hoy vamos de caras y caraduras.
Y hablando de lo primero, de antología fue la que puso Pedro Sánchez en el Senado cuando Alberto Núñez Feijóo le soltó eso de «olvídese del efecto Feijóo y acuérdense del efecto inflación”.
Al líder del PSOE, que estaba tirando balones fuera, se le cuarteó el rostro casi tanto como a su subalterno Juan Espadas la víspera, cuando Macarena Olona tuvo la osadía de citarle la ‘banda del word perfect’ durante el debate de la elecciones andaluzas.
Para quien no esté al tanto de lo que es la ‘banda del word perfect’, recordar que es la trama de enchufes y sueldos por no hacer nada, en que aparece Carmen Ibanco, la mujer del candidato socialista, de la que enseguida pasará Hugo Pereira un vídeo melodramático.
Casi tan patético, como las mentiras que intentan colarnos el inefable Marlaska y resto de la banda.
Si has hecho del embuste tu ‘modus vivendi’ y te pasas el día soltando patrañas, como le sucede al Gobierno socialcomunista, es normal que lo primero que se te ocurra, cuando salta un problema y te preguntan por él, sea una trola.
A la misma hora en que en la T4 se necesitaban dos horas para superar los controles, y mientras en Barcelona los aspirantes a volar subían con su móviles vídeos de inmensas colas, la ministra portavoz aseguraba sonriente en La Moncloa que son ‘cuestiones puntuales’.
No tiene pinta de ‘puntual’, si tenemos presente que el pasado noviembre- hace ya 7 meses-, la federación madrileña de agencias de viaje alertó sobre un enorme follón en Barajas por falta de policías. Ayuso se hizo eco y envió una carta al Ministerio del Interior reclamando más agentes.
Marlaska, ni caso, argumentando que era una maniobra más de la popular para erosionar al Gobierno Frankenstein.
Para su desgracia, ignorar los problemas no los resuelve y las colas han ido haciéndose cada vez más largas y no sólo en Madrid o Barcelona, sino en Alicante, Málaga y otros destinos turísticos.
Algo tiene que ver el Brexit, porque ahora los británicos deben cumplimentar los trámites como pasajeros extracomunitarios, y el Ministerio del Interior debería haberlo previsto.
Iberia revela que, desde marzo, más de 15.000 viajeros internacionales han perdido sus vuelos por falta de policías en aduana y lo primero que hacen Marlaska y compañía es negarlo tajantemente.
Justo unas horas antes de despachar 500 agentes de refuerzo a los controles de los aeropuertos.
Mentir es como respirar para el Gobierno Sánchez.
Esta cuadrilla debe pensar que somos idiotas.
