Lección de Historia de España de Carlos Herrera a Pedro Sánchez.
El director de ‘Herrera en COPE‘ se marca este 8 de julio de 2022 una jugosa columna en el diario ABC donde le refresca la memoria al presidente del Gobierno socialcomunista con relación a la banda terrorista ETA y a sus herederos políticos, los de EH Bildu.
El comunicador almeriense, harto como muchos españoles de los conchabeos del inquilino de La Moncloa con quienes hoy ocupan escaños e instituciones sin haberse arrepentido de los crímenes cometidos por sus acólitos durante décadas, hace un extenso repaso del sanguinario historial etarra:
Convierne recordar algún pormenor acerca de la actividad de ETA y sus representantes en el Parlamento, Bildu. O Sortu, Herri Batasuna, en suma, Otegui y sus compinches, toda esa tripa animal rellena de asesinos. Una vez aprobada la Ley de Aministía del 77 –precedida de otra en el 76 dictada también por el Gobierno de Suárez–, salieron a la calle como por ensalmo todos los asesinos de ETA encarcelados, que eran unos cuantos, aproximadamente unos doscientos.
Pero también quedaron exonerados todos aquellos que andaban refugiados en Francia campando a sus anchas, autores de asesinatos sin aclarar, colaboradores de la banda y directivos varios; todos libres, sin cargos, sin tener que dar explicaciones, nada, adiós muy buenas.
Apunta Herrera que la banda terrorista tuvo la oportunidad de reflexionar y abandonar las armas, pero sus miembros hicieron todos lo contrario:
ETA dedicó sus horas y sus días a matar y a extorsionar. La mayoría de los liberados por la Ley volvieron al seno de la organización y a las armas ya que querían algo que no le garantizaba y ni anunciaba la Ley de Aministía ni la de Reforma Política, por muy audaces que fueran.
Recuerda el saldo fúnebre que dejaron los años del plomo:
ETA pudo disolverse pero, bien al contrario, excitó su actividad hasta los casi mil muertos, la gran mayoría de ellos en tiempos de Transición y Democracia consolidada. Pudo apostar por la paz y apostó por la guerra, que, por cierto, perdió, aunque ahora vayan ganando el relato para pasmo de casi todos.
El problema capital para Carlos Herrera es que una parte de la izquiera, la más extrema, ha comprado el discurso de ETA:
Digo casi todos porque hay quien, en el seno de la extrema izquierda gobernante –Pablo Iglesias–, sostuvo que ETA era quien había sabido ‘leer’ e interpretar bien la Transición y que no reconocer que la organización había desaparecido era convertirse en un nostálgico de los años de plomo. También apunto desde la perplejidad que el Gobierno del tal Sánchez está cediendo parte del derecho a la descripción histórica a los herederos de aquellos asesinos simplemente por asegurarse su puñado de votos parlamentarios.
Todo para que este fantoche no tenga inestabilidad parlamentaria. Ya me gustaría tener palabras para definir esta infamia.