Nuevo susto y de los gordos.
El gigante gasístico ruso Gazprom suspendió hoy hasta el 3 de septiembre el suministro de gas a Alemania por el oleoducto Nord Stream para labores de mantenimiento del único equipo de bombeo en funcionamiento de la infraestructura.
El cese del bombeo se produjo a las 04.00 hora de Moscú (01.00 GMT), según los datos de flujo real ofrecidos en la web de Nord Stream AG, la compañía operadora del gasoducto, tendido por el fondo del mar Báltico.
Mil horas de bombeo
Según Gazprom, «el conjunto de trabajos acordes al contrato vigente de servicio técnico se llevará a cabo junto a especialistas de la compañía Siemens».
La gasística rusa indicó que en correspondencia con la documentación técnica del fabricante «cada 1.000 horas es necesario llevar a cabo un mantenimiento técnico del equipo que incluye la revisión del chasis para detectar fisuras, deformaciones, manchas de quemaduras»
Cuando concluyan las labores de mantenimiento el bombeo de gas será restablecido hasta el nivel previo al cese de las operaciones, de 33 millones de metros cúbicos diarios.
Rusia ha ido reduciendo paulatinamente el volumen de los suministros por el Nord Stream con la excusa de problemas técnicos y la necesidad de reparar las turbinas Siemens del gasoducto.
El 27 de julio pasado Gazprom anunció el recorte del bombeo de gas a la quinta parte de la capacidad del gasoducto, una decisión que según Berlín reponde a una «estrategia de guerra».
Este 31 de agosto de 2022, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, indicó que «salvo los problemas tecnológicos provocado por las sanciones (a Rusia) no hay nada que impida los suministros».
Subrayó que las sanciones adoptada por Estados Unidos, Canada y los países europeos contra Rusia «no permiten dar un servicio técnico adecuado, efectuar reparaciones ni tampoco formalizar jurídicamente el retorno de los equipos a lugar donde se emplean».
Según Peskov, estos obstáculos forman parte de «las acciones irracionales de los europeos que son muy difíciles de entender e imposibles de explicar, pero por las que al ciudadano común le toca pagar un elevado precio».
Moscú ha sugerido en reiteradas ocasiones que la situación podría resolverse con la puesta en funcionamiento del gasoducto Nord Stream 2.
Este gasoducto nunca fue puesto en marcha debido a que Alemania congeló su certificación el 22 de febrero, al día siguiente de que Rusia reconociera la independencia de las autoproclamadas república populares de Lugansk y Donetsk, y dos días antes de que Rusia lanzase su «operación militar especial» en Ucrania.