El comunismo le tiene cegado.
Alberto Garzón no digiere las críticas, tiene intolerencia suprema a aceptar que existan opiniones contrarias a sus planteamientos y no duda en sacar su mala leche.
Viendo cómo esta nutricionista te pone en tu sitio, normal que te hagan esa pregunta. pic.twitter.com/bKxqDqqtHD
— Juan (@juanLR_r) September 20, 2022
Eso sí, lo hizo a su estilo, tarifando contra la cadena en cuestión y contra la especialista que se atrevió a refutar sus consejos en materia alimenticia, a la que tildó de «charlatana».
En la tele puede salir cualquiera. Nosotros nos guiamos por el criterio científico y por eso el informe es obra del Comité Científico -abajo su composición- que ha actualizado la evidencia disponible en la materia. Publicaciones y rigor frente a charlatanes. pic.twitter.com/6OMzjsltdi
— Alberto Garzón? (@agarzon) September 20, 2022
Lo curioso del caso es que la cuestión planteada por el partido de Santiago Abascal no es precisamente de ahora, sino del 8 de julio de 2022, aunque Garzón quisiera presentarlo como una pregunta que se le hubiese ocurrido ahora mismo a VOX:
Acabo de recibir esta pregunta por parte de un grupo parlamentario. Y no termino de salir de mi asombro. pic.twitter.com/9CT02lVvkg
— Alberto Garzón? (@agarzon) September 20, 2022
En el plató de la segunda cadena de Atresmedia dio rienda suelta a su obsesión contra VOX y contra todos aquellos que ponen en solfa sus propuestas:
Bueno, estamos hablando de la pregunta de un grupo parlamentario de la extrema derecha que lo mismo no quiere la información nutricional como no quiere la de conocimientos sexuales como quizás llegue un día que no quiera la de matemáticas o ciencia. Es absurdo, es totalmente incomprensible. Lo que es evidente es que las medidas y recomendaciones que ponemos en marcha para que la población tenga esa información están basadas en la ciencia, en un comité científico, que lo que te dice es que aquí tiene usted la evidencia científica acumulada durante las últimas décadas que dice que si usted come más frutas y más verduras y menos productos industriales ultraprocesados, su esperanza de vida será mayor, va a tener menos enfermedades, menos hipertensión, van a tener menos posibilidades de desarrollar un cáncer. Esa es la información nutricional.
La perla final es cuando, en un gesto que deja bien a las claras su carácter vehemente, aún permite al ciudadano unas dosis de libertad.
El objetivo es mejorar la calidad de vida de los niños y las niñas. Hay quien se opone a eso, pero quizás porque se opone a todo. Si luego alguien se quiere atiborrar a otro tipo de productos, está en su libertad.