Es para miccionar y no echar gota.
En el Ministerio de Defensa deben tener trabajando a Pepe Gotera y Otilio, con el asesoramiento de Anacleto agente secreto.
De otra manera no se entiende el auténtico quilombo que se ha montado en el departamento de Margarita Robles con una grave filtración que pone en serio riesgo el desfile del próximo 12 de octubre de 2022 en el corazón de Madrid, en el Paseo de La Castellana.
Y es que una filtración, se entiende que involuntaria, ha dejado al descubierto los aspectos principales de ese acto central del Día de la Hispanidad.
Se trata de una información sensible que afecta directamente tanto al rey de España, Felipe VI, como al propio presidente del Gobierno socialcomunista, Pedro Sánchez.
Aparte, el desfile del 12-O congrega a muchas más autoridades como los presidentes del Congreso de los Diputados y el Senado, los del Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, la plana mayor de los ministros y diversas autoridades autonómicas y municipales.
En esos documentos filtrados se concreta al minuto la llegada de las autoridades, desde el Jemad hasta Don Felipe de Borbón (denominada hora H), pasando por la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que será el último en acceder a la zona, unos minutos antes de que lo hagan Don Felipe y Doña Letizia, acompañados por la Infanta Sofía, mientras que es más dudoso que también lo haga la Princesa de Asturias, que estudia en Gales.
También se especifica el orden de banderas y estandartes, que depende de la antigüedad de la unidad correspondiente, de mayor a menor, o bien porque celebren un aniversario, y su disposición exacta.
Por concretar, el documento también especifica con detalle dónde se van a instalar los retretes portátiles químicos, los puestos de socorro para atender las incidencias médicas y los puntos de recuperación y distribución. Y también las redes de comunicación que se van a utilizar.
Desde los servicios de Información del departamento de Margarita Robles ya se están adoptando las medidas pertinentes para resolver el desaguisado.
Sin embargo, desde dentro de Defensa no se ocultan ni el disgusto ni la preocupación por tamaño fallo de seguridad:
El documento es una ‘joya’, no solo para la actuación de eventuales grupos terroristas, sino también de saboteadores, que pueden preparar con mucho tiempo de antelación acciones de protesta.
Se añade por parte de esos servicios de Información que se está ante un caso de imprudencia por quien debía de tener perfectamente custodiada esa documentación sensible:
Es obvio que ha habido una imprudencia por parte de alguien y que luego se ha multiplicado; el problema es saber hasta dónde ha llegado la difusión, porque es la única forma de poder evaluar el riesgo de forma rigurosa y tomar las medidas oportunas en función de esa información.
