EL REPASO

Alfonso Rojo: “A quien más se parece Luis Enrique es al arrogante, sectario y engreído Sánchez”

La falta de grandeza de esta Selección trasciende la dimensión deportiva

No voy a decir aquí que el culpable de nuestra ridícula eliminación en el Mundial de Qatar sea Pedro Sánchez, pero coincidirán conmigo en que las similitudes entre el líder del PSOE y ese entrenador arrogante e inmune a la autocrítica que es Luis Enrique son más que notables.

La falta de grandeza de esta Selección trasciende la dimensión deportiva.

Qué se va a esperar de un equipo que ni siquiera se atreve a definirse como España y se refugia en el eufemismo de La Roja.

Dónde vamos a ir si ni siquiera tenemos un Himno con letra y cuando suena, los jugadores se limitan a mirar el tendido y los hinchas a corear desde las gradas un patético ‘lo,lo,lo’.

Sin identidad, sin actitud y sin grandeza, no se puede aspirar a nada. Ni en el plano doméstico ni en el escenario internacional.

El exasperante partido contra Marruecos es un remedo de lo que tenemos en la política española desde que Sánchez y sus compinches se auparon al poder.

No voy a entrar en el debate de si Luis Enrique debía haber llevado otros jugadores, pero salta a la vista que es un tipo que cubre con chulería su complejo de inferioridad frente a los catalanes, que le lleva a apostar cerrilmente por el Barça y el inane ‘tiki taka’:  sus ‘súbditos’ dieron 1.050 pases y sólo tiraron dos veces a puerta.

El carácter timorato de esta Selección tuvo su máxima expresión en la alicaída actitud de los jugadores en la tanda de penaltis: fallaron los tres que lanzaron.

Ha contado Luis Enrique con la complicidad de los apesebrados directivos de la Federación y con los masajes de una panda de periodistas deportivos trincones, pero al igual que en la política española, donde ese PSOE indigno y cicatero sólo tiene un jefe, nuestro equipo de fútbol sólo ha tenido un amo.

Y obstinado, inflexible y engreído como Sánchez, ha alumbrado un conjunto sin alma, sin moral de victoria, atenazado por el miedo y por conservar el puesto.

La única forma de que la Selección Española de Fútbol recupere la fe perdida desde 2010, cuando fuimos campeones del Mundo, pasa por no renovar el contrato a Luis Enrique y apostar por la victoria.

El ‘ganar y ganar y ganar’ que exigía Luís Aragonés, el ‘Sabio de Hortaleza’.

Y la única forma de que España, como sociedad, como Nación, como proyecto de vida en común, recobre cierta cordura y unos gramos de grandeza, es echando a la calle a Pedro Sánchez cuando lleguen las elecciones.

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