La gente huye de la sectaria y ruinosa Televisión Española. Desde que Pedro Sánchez llegara a La Moncloa, la audiencia de TVE ha ido cayendo irremediablemente a mínimos históricos. Telediarios, espacios de entretenimiento, concursos, series… ningún género se salva en el ente público que además de millones de espectadores ha perdido, lo que es peor, influencia y credibilidad.
Pese a tener la ruina encima, RTVE decidió pujar por el Mundial de Fútbol, que acaba este domingo en Qatar, aun sabiendo que sus altos costes eran prácticamente irrecuperables. La operación le ha costado a las arcas públicas nada más y nada menos que 38 millones de euros.
Pero la dirección del ente público, con las indicaciones directas de La Moncloa y del entorno de Sánchez, vieron en este evento deportivo, el deporte rey nacional, una oportunidad para inflar su cuota de pantalla y, al menos durante los dos meses de Mundial, esperaban que iban a dejar atrás los mínimos históricos en audiencias y las críticas a la gestión de TVE.
Ya en noviembre, Televisión Española (y en realidad la apuesta del Gobierno de Sánchez) ponía a prueba la operación y el resultado se cuenta como un fracaso porque a pesar de que le permitió elevar su audiencia el undécimo mes del año hasta el 10,2% de share (superando la barrera del 9% por primera vez en más de dos años), lo cierto es que por primera vez en España una televisión que tiene los derechos (en exclusiva en abierto) no se impone en las audiencias televisivas ese mes.
Ya, como conocen los lectores de Periodista Digital, en el mes de diciembre la Selección Española ha dicho adiós al Mundial de Qatar, después de haber fracasado y disputar sólo cuatro partidos. La España de Luis Enrique caía en cuartos y, con el fin del sueño de conquistar su segunda estrella, concluyen también las opciones para RTVE de seguir firmando sus mejores datos de audiencia en años con los partidos del combinado de Luis Enrique. Todo al traste.
Este último mes del año, diciembre de 2022, TVE lleva camino de repetir su hito histórico negativo, es decir que pese a tener los derechos y la emisión del Mundial, la cadena pública no se imponga en el ranking final de audiencias. Ahora mismo –con datos hasta este 14 de diciembre a los que ha tenido acceso PD– Televisión Española se impone ligeramente a Antena 3, con un 14’0% de cuota frente al 12’9% de la principal cadena de Atresmedia.
Y es que la tendencia de TVE este diciembre es claramente a la baja mientras Antena 3 recorta distancias, en pocos días los de Atresmedia han rebajado dos puntos porcentuales con respecto a la cadena pública. Y es que la audiencia está cansada de obscenas manipulaciones y huye de la TVE sanchista.
La anterior cita mundialista, la de Rusia y emitida por Mediaset en 2018 a través de Cuatro y Telecinco, deportivamente ocurrió lo mismo que en Qatar: España caía eliminada en octavos. Sin embargo, los datos fueron mejores para Mediaset. La emisión de los cuatro partidos de España fue vista por una media de 11.558.000 espectadores, con hasta un 69,9% de share.
Para disgusto de TVE y Sánchez, en Qatar la situación ha sido peor. Los partidos de la Selección siguen despertando un gran interés en España, pero pierden de media 2,3 millones de espectadores y 13 puntos de share, anotando un 56,9% y 9.317.000 espectadores, son datos del último partido, el del fracaso con Marruecos.
