EL REPASO

Alfonso Rojo: “Txapote votará a Sánchez, como su novia etarra, Pam y los diputeros del Tito Berni»

Así que, cuando lleguen las elecciones, no se olviden: votar al PSOE y a sus compinches, es abrazarse -también- a los asesinos de Miguel Ángel Blanco

A ocho semanas de las elecciones municipales y autonómicas y a ocho meses de las generales, como no podía ser de otra manera, se disparan las especulaciones sobre quién votará a quien y cuales serán los resultados.

Respecto a esto último, para mí no cabe otra que en ambos casos, tanto el próximo 28 de mayo como a finales de año, la ciudadanía propinará una patada en el culo a la Coalición Frankenstein, porque cualquier otra alternativa pone los pelos de punta.

Respecto a alianzas y respaldos, lo que tengo más claro es que a Pedro Sánchez le va votar Txapote.

También los golpistas catalanes y Pam Rodríguez, para seguir con los 130.000 euros de sueldo, y los diputeros del Tito Berni, pero con entusiasmo, casi con fervor, el que más apostará por la renovación en La Moncloa del jefe del PSOE será el ejecutor de Miguel Ángel Blanco.

Y con él, su novia Amaia, una de las que participó en el asesinato del socialista Fernado Múgica, y Henri Parrot, el de los 82 crímenes y el resto de facinerosos de ETA y allegados.

Todos estos maleantes se ven ya con un pie en la calle, pero necesitan que siga Sánchez otros cuatro años para sacar los dos.

La pareja Txapote-Amaia ya logró que Zapatero, allá por 2009, los pusiera juntos en la prisión de Texeiro, en Coruña, y fruto del vis a vis permanente, los siniestros tortolitos tuvieron dos hijos, los que nunca pudieron engendrar muchas de sus víctimas, porque están en el cementerio.

Creo haberles dicho más de una vez que a mi no me espanta del PSOE su política económica, aunque gestione fatal lo público y tienda a meter la mano en la caja.

Tampoco sus propuestas sobre Sanidad o sus ocurrencias en Educación.

Lo que no puedo digerir, lo que hace física y moralmente imposible que yo vote en unas elecciones a favor de algo como el PSOE, es el indecente abrazo que los socialistas, sin excepciones, desde Sánchez a barones autonómicos como Page, Lambán, Puig o Vara, pasando por alcaldes, diputados y militantes, dan a los asesinos etarras.

Y con ellos, aunque repugne, un sector considerable de la sociedad española

No sé cuántos son, pero si las encuestas aciertan, hay en nuestro país unos 5 millones de personas que a la hora de acercarse a la urna prefieren a matarifes como Txapote, Amaia, Parot, Lasarte y a sus herederos políticos que a la gente decente.

Es una calamidad moral, algo enfermizo, pero es lo que tenemos.

Así que, cuando lleguen las elecciones, no se olviden: votar al PSOE y a sus compinches, es abrazarse -también- a los asesinos de Miguel Ángel Blanco.

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