EL REPASO

Alfonso Rojo: “No digo que a Sánchez y Bolaños los arreste ya la Guardia Civil, pero ojo al parche”

Hablas de estafa electoral y se ilumina en rojo Coalición por Melilla, el partido promarroquí con el que el PSOE gobierna la ciudad autónoma, a pesar de no haber ganado allí nunca una elección

Dicen los pichaflojas, esas almas cándidas que pueblan tertulias y periódicos teóricamente no aliados del sanchismo, que el Gobierno Frankenstein debe ofrecer ‘explicaciones’.

Sólo eso. Explicaciones, porque, según ellos, el fraude -la compra de votos a inmigrantes latinoamericanos en Mojácar y el siniestro entramado promarroquí montado en Melilla- no comprometen la fiabilidad del sistema electoral español.

Como se dice en inglés: ‘MY ASS’.

¿Esto pasa sólo en dos sitios?

¿No estarán el PSOE y sus compinches haciendo trampas en muchos otros parajes del territorio español?

No se trata de ponerse conspiranoico, sino de aplicar la lógica, porque lo de los socialistas y está izquierda asnal y guerracivilista es una peste.

Hablas de putas y aparece el Tito Berni con su cortejo de diputados del Grupo Socialista, pertrechados de viagra y cocaína.

Hablas de asesinos y saltan las listas de los proetarras de Bildu, socios preferentes de Sánchez y compinches.

Hablas de corrupción y te pitan los oídos con la palabra ERE y socialistas andaluces.

Hablas de estafa electoral y se ilumina en rojo Coalición por Melilla, el partido promarroquí con el que el PSOE gobierna la ciudad autónoma, a pesar de no haber ganado allí nunca una elección.

Y cuando todavía no has digerido el delincuencial conchabeo entre sociatas, amigos de Baldoví, colegas de Errejón, asociados de Yolanda Díaz, el condenado Aberchán y Mohamed VI, para poner la plaza a los pies de Marruecos y de paso llevárselo crudo, estalla Mojácar y se descubre que el PSOE se dedica a comprar, a 200 euros la papeleta, los votos por correo de inmigrantes latinoamericanos que trabajan en la localidad almeriense.

Lo fácil, lo cómodo, lo conveniente, es aceptar por bueno que se trata de un hecho aislado y tirar para adelante, pero me niego.

Prefiero ponerme en lo peor y me acuerdo de que, en la campaña para las autonómicas de 2021, una de las ‘predicciones’ de Sánchez fue que el voto por correo “puede ser la palanca del cambio”.

No lo soltó en Mojácar, donde veraneaba hasta que empezamos a pagarle los contribuyentes vacaciones lujo en palacios oficiales, pero si fue allí, hace escasamente una semana, donde se presentó su subalterno Bolaños y abrazado a alguno de los socialistas que ha detenido la Guardia Civil como organizador de la trama, vaticinó que ganarán la alcaldía en ese pueblo, porque él tiene ‘mucho olfato’.

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