La percepción de la gordura y su significado ha variado a lo largo de la historia y ha sido influenciada por factores culturales, económicos y sociales.
En diferentes épocas y sociedades, la gordura ha sido tanto admirada como despreciada.
En la antigüedad, la gordura a menudo se asociaba con la riqueza y el estatus social.
En muchas culturas, tener sobrepeso era considerado un símbolo de opulencia, ya que solo las personas con acceso a una alimentación abundante podían permitirse engordar.
Por ejemplo, en la antigua Grecia y Roma, se valoraba el cuerpo robusto y musculoso, que era considerado una muestra de fuerza y estatus.
Durante la Edad Media europea, sin embargo, la gordura comenzó a asociarse con la indolencia, la pereza y la falta de autocontrol.
La Iglesia Católica condenaba la glotonería y el exceso en la comida, y el ideal de belleza se centraba en la delgadez.
En esta época, los cuerpos delgados eran considerados más espirituales y se asociaban con una vida ascética y virtuosa.
En los siglos XVII y XVIII, la gordura volvió a ser apreciada en ciertos contextos.
Durante el Renacimiento, en Europa, el cuerpo regordete era visto como un signo de salud y prosperidad.
Los retratos de la época a menudo mostraban figuras rechonchas, que reflejaban el ideal de belleza de la época. Sin embargo, esta apreciación de la gordura era principalmente para las mujeres, mientras que los hombres eran valorados por su musculatura.
A medida que avanzaba la industrialización y se desarrollaba la sociedad de consumo en los siglos XIX y XX, la gordura comenzó a asociarse cada vez más con la falta de autocontrol y el sedentarismo.
El acceso a alimentos procesados y azucarados, combinado con un estilo de vida más sedentario, contribuyeron al aumento de la obesidad en muchas sociedades occidentales.
En este período, la delgadez se convirtió en el ideal de belleza predominante, y las personas con sobrepeso enfrentaron estigmatización y discriminación.
En la actualidad, la percepción de la gordura sigue siendo compleja y variada.
Si bien en muchas culturas occidentales se sigue valorando la delgadez como ideal de belleza, también ha surgido un movimiento de aceptación corporal que busca desafiar los estándares tradicionales y promover la aceptación de todos los tipos de cuerpos.
La comprensión de la gordura ha evolucionado, reconociendo que está influenciada por una variedad de factores, como la genética, el entorno y la salud.
CHISTES MUY GORDOS
- Un cuerpo común
– ¿Estoy gorda amor?
– Nah, yo diría que tienes un cuerpo común…
– ¿Que tan común ?
– Pues ComúnCamión mi amor - Buen tipo
– Tío, has engordado un montón, ¿por qué?
– Por no discutir
– ¡Imposible, no puede ser!
– Vale, pues será por otra cosa - Adelgaza rápidamente
– María se quitó de encima 90 kilos de grasa inútil.
– ¿Cómo hizo?
– Se divorció. - Esperando en la puerta de la escuela
Un señor muy gordo esta parado frente a una escuela.
El conserje al reparar en él, le pregunta:
– Perdone ¿espera usted a un niño?
– No, siempre he sido así.