Al fin.
El cuerpo sin vida del opositor ruso Alexei Navalny ha sido entregado a su madre más de una semana después de su ‘misterioso’ fallecimiento en un helado ‘gulag’ ruso cercano al Polo Norte.
La noticia se dio a conocer después de que las autoridades solicitaran a la madre que aceptara un entierro «secreto» o, de lo contrario, sería sepultado dentro de la colonia penitenciaria donde murió la semana pasada a los 47 años.
En una publicación en X (anteriormente Twitter), la portavoz de Navalny, Kira Yarmysh, agradeció a todos los que exigieron la devolución del cadáver.
«El funeral aún no se ha celebrado».
«No sabemos si las autoridades interferirán en la forma en que la familia desea llevarlo a cabo, que es lo que Alexei merece».
Navalny falleció el pasado 16 de febrero en una prisión rusa del círculo polar ártico.
Según el Servicio Penitenciario Federal, el político murió después de sentirse mal tras una caminata y «perder el conocimiento casi de inmediato».
Su madre, Lyudmila, pasó la última semana en la ciudad cercana a la prisión donde falleció, primero tratando de confirmar la ubicación del cuerpo y luego exigiendo su devolución.
Después de firmar un certificado de defunción que indicaba que la muerte fue por causas naturales, las autoridades dieron a la mujer tres horas para aceptar un funeral «secreto» para su hijo.
Si no aceptaba, Navalny sería enterrado en los terrenos de la prisión donde murió, según lo que Yarmysh le comunicó a la madre del opositor.
Al parecer, Lyudmila se negó a negociar con las autoridades a pesar de ello.
Este sábado, 24 de febrero de 2024, la viuda del opositor, Yulia Navalnaya, acusó a Vladimir Putin de mantener secuestrado el cuerpo de su difunto marido y exigió su liberación sin condiciones.
En un nuevo video publicado en Youtube, cuestionó también la fe cristiana de Putin y volvió a acusar al presidente ruso de estar detrás de la muerte de su marido.
El Kremlin ha negado las acusaciones y ha calificado la reacción de Occidente por la muerte del opositor de «histérica».
Los detalles sobre lo sucedido siguen siendo escasos, y su equipo ha ofrecido una recompensa y ayuda para salir de Rusia a cambio de información sobre su muerte en prisión.
Alexei Navalny fue durante años el opositor más destacado al líder ruso, y en agosto de 2020 fue envenenado con el agente nervioso Novichok por un equipo de los servicios secretos rusos.
Tras recuperarse en Alemania, regresó a Rusia en enero de 2021 y fue encarcelado. Su estado se deterioró durante los tres años en prisión, y había pasado casi 300 días en régimen de aislamiento. En diciembre fue trasladado a la colonia penitenciaria IK-3, conocida como «Lobo Polar».
A pesar de su situación, parecía estar relativamente bien de humor y de salud en un video judicial filmado un día antes de su muerte. Los intentos de conmemorar su muerte han sido reprimidos por las autoridades rusas, resultando en cientos de detenciones.