El 25 de noviembre de 2024, España se encuentra en una encrucijada meteorológica que parece sacada de una comedia de situación.
Mientras el norte del país se prepara para recibir a un invitado no deseado en forma de frente frío, el sur se relaja bajo un sol otoñal que se niega a abandonar la escena.
En Madrid, la capital del reino, el termómetro alcanzará los 16°C, una temperatura que ni fú ni fa, perfecta para aquellos que no pueden decidirse entre el abrigo y la chaqueta ligera.
Los madrileños podrán disfrutar de un día mayormente soleado, ideal para pasear por el Retiro y fingir que el invierno aún no ha llegado.
Mientras tanto, en el norte, la cosa se pone más interesante.
Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco se preparan para un día de chubascos y vientos que harán que hasta los paraguas más resistentes se planteen pedir la jubilación anticipada.
Se esperan precipitaciones que oscilarán entre los 10 y 20 mm, suficiente para que los locales bromeen sobre si deberían empezar a construir un arca.
En Cataluña, la situación es un poco más dramática.
La lluvia hará acto de presencia, pero de una manera tan indecisa que ni siquiera los catalanes sabrán si salir con paraguas o no. Es como si el cielo estuviera jugando al «ahora sí, ahora no» con los barceloneses.
El sur de la península, por otro lado, parece vivir en una realidad paralela.
Andalucía y Murcia disfrutarán de temperaturas que rozarán los 20°C, con un sol que parece haberse olvidado de que estamos en noviembre. Los turistas que hayan elegido estas fechas para visitar la Costa del Sol estarán frotándose las manos (de alegría, no de frío).
En las islas, el panorama es variopinto. Las Islas Baleares se unirán a la fiesta de la lluvia del Mediterráneo, aunque de manera más moderada. Mientras tanto, las Islas Canarias seguirán en su eterna primavera, con temperaturas que oscilarán entre los 20°C y 25°C, haciendo que el resto de España las mire con una mezcla de envidia y resignación.
Volviendo al interior peninsular, Castilla y León y Castilla-La Mancha se debatirán entre el frío y las nubes, con temperaturas que apenas superarán los 10°C en algunos puntos. Es el momento perfecto para sacar esos jerseys que llevan años en el armario esperando su gran momento.
En Aragón y La Rioja, el viento será el protagonista. Se esperan rachas que podrían superar los 50 km/h, lo suficiente para que los locales bromeen sobre si sus coches se convertirán en el nuevo transporte aéreo de la región.
Extremadura, por su parte, se mantendrá en una agradable zona templada, con temperaturas que rondarán los 15°C y cielos parcialmente nublados. Es como si la región hubiera decidido no participar en los extremos meteorológicos del resto del país.
En cuanto a Valencia y Alicante, estas provincias mediterráneas se debatirán entre la influencia del frente frío del norte y el calor residual del sur. El resultado será un día de contrastes, con posibilidad de chubascos por la mañana y claros por la tarde. Es como si el tiempo no pudiera decidirse entre la gabardina o el bañador.
Para los amantes de la nieve, las noticias no son muy alentadoras. Aunque las temperaturas bajarán en las zonas de montaña, aún no se esperan nevadas significativas. Los esquiadores tendrán que conformarse con mirar al cielo y rezar por un milagro blanco.
En resumen, este 25 de noviembre, España será un mosaico meteorológico digno de estudio. Desde los chubascos norteños hasta el sol sureño, pasando por el viento del este y la indecisión del centro, el país ofrece un menú variado para todos los gustos climáticos.
Así que, queridos españoles, sea cual sea vuestra ubicación, recordad: si no os gusta el tiempo, esperad cinco minutos… o moved el dedo por el mapa.
Seguro que encontráis un rincón del país donde el clima se ajuste a vuestras preferencias. Y si no, siempre nos quedará quejarnos del tiempo, que para eso somos expertos.
