Al amo de los socialistas sólo le importa seguir durmiendo en La Moncloa

Madrid: Sánchez envía a López a ser triturado por Ayuso, porque tiene un plan secreto

El marido de Begoña pretende taponar la mayor vía de agua que tiene el PSOE en toda España

Isabel Díaz Ayuso (PP) y Óscar López (PSOE)
Isabel Díaz Ayuso (PP) y Óscar López (PSOE). PD

Un kamikaze llamado Óscar López destinado a morir intentando asaltar la fortaleza de Isabel Díaz Ayuso.

Pedro Sánchez envía a su hombre de confianza a una misión imposible en Madrid.

Apuesta el marido de Begoña por sacrificar a uno de sus sicarios más fieles, pero no lo hace a lo tonto: tiene un plan secreto.

López,  proclamado secretario general del PSOE de Madrid al no haberse presentado más candidatos, lo tiene crudo.

La decisión de Sánchez de enviar a uno de sus hombres de confianza a enfrentarse a la todopoderosa Ayuso ha dejado perplejos a propios y extraños.

¿Por qué apostar por alguien con un historial político tan cuestionable para una batalla que se antoja perdida de antemano?

López, actual ministro de Transformación Digital y exjefe de Gabinete de Sánchez, se enfrenta a una tarea hercúlea.

La presidenta madrileña goza de una cómoda mayoría absoluta y su popularidad parece inquebrantable.

Ante este escenario, cabe preguntarse: ¿qué pretende Sánchez con esta jugada?

Según fuentes cercanas al partido, la elección de López responde a una estrategia a largo plazo.

«Sánchez no espera ganar Madrid en 2027, pero necesita a alguien de su máxima confianza para controlar la federación madrileña», asegura un alto cargo socialista que prefiere mantener el anonimato.

El perfil de López, sin embargo, genera dudas.

Su paso por la secretaría general del PSOE de Castilla y León fue un auténtico fiasco.

En las elecciones autonómicas de 2011, cosechó los peores resultados de la historia del partido en la región.

Además, su gestión dejó un reguero de divisiones internas que aún hoy perduran.

A esto se suma la sombra de la imputación que planea sobre él por su presunta implicación en el caso de las filtraciones sobre el novio de Ayuso.

Aunque López niega cualquier responsabilidad, el asunto podría estallarle en plena campaña.

Un historial político controvertido

La trayectoria de López está plagada de altibajos y polémicas:

  • Fracaso electoral en Castilla y León (2011)
  • Implicación en el escándalo de Ponferrada (2013)
  • Destierro a Paradores tras criticar a Sánchez (2017)
  • Regreso triunfal como jefe de Gabinete (2021)
  • Nombramiento exprés como ministro (2024)

Este currículum no parece el más adecuado para enfrentarse a una política del calibre de Ayuso.

«Es como mandar a un peso pluma contra Mike Tyson», bromea un veterano militante socialista.

Sin embargo, López no carece de virtudes.

Se le considera un hábil estratega en las bambalinas del poder y un fiel ejecutor de los designios de Sánchez.

Quizá sean precisamente estas cualidades las que han llevado al presidente a confiar en él para esta misión suicida.

La fortaleza inexpugnable de Ayuso

Frente a López se alza el formidable bastión político de Ayuso.

La presidenta madrileña ha convertido la Comunidad de Madrid en un feudo prácticamente inexpugnable para la izquierda:

  • Mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid
  • Altísimos índices de popularidad
  • Discurso que conecta con amplios sectores de la sociedad madrileña
  • Capacidad para marcar la agenda política nacional

Ante este panorama, la tarea de López se antoja titánica.

«Es como intentar derribar un muro de hormigón armado con una cuchara de plástico», ironiza un analista político5.

¿Qué busca realmente Sánchez?

La decisión de Sánchez de enviar a López a Madrid responde a varios objetivos:

  1. Control férreo de la federación madrileña
  2. Preparación del terreno para futuras batallas electorales
  3. Desgaste de la figura de Ayuso a largo plazo
  4. Reactivación del electorado progresista en la región

«Sánchez sabe que no puede ganar Madrid en 2027, pero necesita sentar las bases para el futuro», explica un experto en estrategia política.

La apuesta por López, sin embargo, no está exenta de riesgos.

Un fracaso estrepitoso podría debilitar aún más la ya maltrecha imagen del PSOE en Madrid y, por extensión, la del propio Sánchez.

Un futuro incierto

El destino político de Óscar López está ahora ligado al de la federación madrileña del PSOE.

Su capacidad para revitalizar al partido y plantar cara a Ayuso determinará no solo su futuro, sino también el de Sánchez en la capital.

La batalla que se avecina promete ser encarnizada.

López tendrá que demostrar que es algo más que un simple peón en el tablero de ajedrez de Sánchez.

Ayuso se enfrentará al reto de mantener su hegemonía frente a un rival respaldado por todo el aparato del partido en el gobierno.

Sea cual sea el resultado, una cosa está clara: la política madrileña está a punto de entrar en una nueva fase de ebullición.

Y en el centro de la tormenta, un Óscar López dispuesto a inmolarse por la causa de Sánchez.

«En política, a veces hay que estar dispuesto a perder una batalla para ganar la guerra», suelta quejumbroso un veterano dirigente socialista.

El tiempo dirá si la apuesta de Sánchez por López es un acto de valentía, de temeridad política o una solemne estupidez.

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