La Champions League se ha erigido, con el paso de los años, en el trofeo más codiciado del fútbol europeo.
Ganarla una vez supone el cenit para clubes, jugadores y aficiones.
Pero, ¿qué significa conquistarla seis veces en apenas once años?
Tomás Guasch, periodista deportivo de larga trayectoria, aborda esta cuestión en su columna titulada Lo que cuesta ganar la Champions (Imagínense 6 en 11 años), publicada en El Debate.
Desde el primer párrafo, Guasch invita al lector a reflexionar sobre la magnitud del logro: “Ganar una Champions es una proeza. Ganar seis en once años, como el Real Madrid, es directamente de otro planeta”. Con esta afirmación, el autor establece el tono admirativo que recorre todo el texto, subrayando la excepcionalidad de la hazaña y la dificultad inherente a cada edición del torneo.
A lo largo de su análisis, el periodista introduce datos y ejemplos históricos para contextualizar:
- “Piense usted en la Juventus: dos Champions en toda su historia. El Bayern: seis, pero desde 1974. El Manchester United: tres. El Inter: tres. El Liverpool: seis desde 1977. El Barcelona: cinco desde 1992.”
- “La Copa de Europa se inventó en 1955. Desde entonces han pasado setenta años y sólo un club ha ganado seis veces en once temporadas.”
Estas comparaciones aportan perspectiva histórica y refuerzan la tesis principal del artículo: lo conseguido por el Real Madrid es tan improbable como irrepetible.
El peso del fracaso y la exigencia permanente
Guasch no se detiene únicamente en los números; también explora el coste emocional y social que implica competir al máximo nivel europeo. “Aquí, caer en cuartos o semifinales es un drama nacional; no ganar es fracasar”, escribe, subrayando cómo las expectativas han escalado hasta niveles casi insostenibles para cualquier otro equipo.
Añade otra reflexión significativa:
- “En otros países celebran llegar lejos; aquí se exige ganarla siempre. Y si no, desastre absoluto.”
- “Lo difícil no es solo levantarla una vez, sino mantenerse arriba año tras año contra rivales que se refuerzan sin límite.”
La presión mediática y social acompaña cada paso del club blanco en Europa, intensificando tanto los éxitos como los tropiezos.
La fuerza mental como factor diferencial
Un aspecto recurrente en la columna es la mención a la fortaleza psicológica necesaria para sobrevivir en la élite europea durante tanto tiempo. Guasch señala:
- “El Madrid tiene una relación con la Champions que va más allá del fútbol: es una cuestión de fe, de convencimiento absoluto de que siempre puede lograrlo.”
- “Otros equipos se caen cuando llegan las eliminatorias decisivas; aquí parece que cuanto más difícil está todo, más seguro está el personal de que va a salir bien.”
Este componente anímico y cultural distingue al Real Madrid del resto y forma parte central del análisis de Guasch.
Un palmarés que desafía toda lógica
El periodista enfatiza lo insólito del palmarés reciente del club madrileño empleando frases categóricas:
- “Seis títulos europeos desde 2014 desafían toda lógica deportiva.”
- “No hay comparación posible: ni antes ni después habrá algo parecido.”
Estas sentencias buscan transmitir el asombro que genera la estadística incluso entre quienes siguen el fútbol desde hace décadas.
Reflexión final sobre el legado
En los últimos compases de su columna, Guasch invita a valorar esta época dorada con perspectiva:
“Habrá generaciones enteras que no verán algo igual. Disfruten mientras dure.”
De este modo, cierra su texto incitando al lector a apreciar el momento presente sin darlo por sentado ni caer en rutinas de exigencia desmedida.
El artículo completo de Tomás Guasch construye un relato donde historia, contexto y emoción se entrelazan para poner en valor lo conseguido por el Real Madrid y señalar lo extraordinario que resulta dominar Europa con tal frecuencia. Sus palabras sirven tanto para elogiar como para recordar la dificultad inherente al reto más grande del fútbol continental.