Habrá naufragio y la duda sólo es la fecha.
Desde Periodista Digital se apuesta por el primer trimestro de 2026, pero también hay voces que se inclinan por la tesis clásica: Sánchez aguanta en La Moncloa hasta 2027.
A día de hoy, 27 de agosto de 2025, la política española parece un episodio interminable de sobresaltos, donde el marido de Begoña ha perfeccionado el arte de la supervivencia a golpe de maniobras inesperadas y una resistencia casi admirable al desgaste.
La realidad, sin embargo, apunta a un Ejecutivo sin rumbo claro, cuyo único proyecto reconocible es mantenerse en el poder a cualquier precio.
Cada semana se suceden los escándalos, a menudo solapándose hasta el punto de que uno apenas termina de digerirse cuando ya irrumpe el siguiente.
Este efecto narcotizante de la sobreinformación, lejos de fatigar al Gobierno, le ofrece un salvavidas: la ciudadanía, saturada, apenas distingue ya entre lo grave y lo grotesco.
La estrategia es tan sencilla como eficaz: generar ruido suficiente para que la atención pública se disperse y los focos mediáticos no puedan fijarse demasiado tiempo en ninguna trama concreta.
Así, los escándalos de corrupción que afectan al PSOE y al círculo más cercano del presidente, lejos de resolverse, se diluyen en el flujo constante de noticias, declaraciones y contradeclaraciones. Un escándalo abre la puerta al siguiente y así se alcanza el efecto narcotizante que se deriva de la sobreinformación.
Dana no, Diada sí.
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— Partido Popular (@ppopular) August 27, 2025
El caso Begoña Gómez: el Congreso cerrado y la Diada en el calendario
En este contexto de estrés informativo, la última jugada del Gobierno ha sido especialmente llamativa. El PSOE ha solicitado el cierre del Congreso el mismo día en que Begoña Gómez, esposa de Sánchez, debe declarar ante el juez Peinado por presuntos delitos de tráfico de influencias, corrupción y malversación. La coincidencia de fechas no ha pasado desapercibida ni para la oposición ni para los medios: el 11 de septiembre, fecha de la citación judicial, es también la Diada en Cataluña, una jornada clave para los partidos separatistas.
No habrá pleno parlamentario ese día, lo que en la práctica evita que el presidente sea sometido al incómodo escrutinio de la Cámara y permite al Gobierno esquivar preguntas y comparecencias incómodas. El PP ha ligado abiertamente esta decisión a la incomodidad de Sánchez ante la declaración judicial de su esposa, mientras que los socialistas insisten en que se trata de una simple cuestión de calendario. Sin embargo, resulta difícil ignorar que el riesgo de perder votaciones por la ausencia de diputados de Junts y ERC —que previsiblemente estarán en Cataluña celebrando la Diada— ha pesado tanto o más que las consideraciones legales o institucionales.
El estrés informativo: caldo de cultivo para el continuismo
Este contexto de estrés informativo no es casual ni inocente. Sánchez y su equipo han aprendido a navegar en el caos, conscientes de que la saturación mediática beneficia al poder. El presidente ya no aspira a construir un relato sólido o a presentar un proyecto de país; le basta con resistir, con sobrevivir al siguiente titular. La sensación de parálisis institucional es evidente: ni el sistema judicial, ni el Parlamento, ni los propios socios de la coalición han logrado articular una salida ordenada a la crisis política.
El propio liderazgo de Sánchez está en caída libre, con una valoración ciudadana que ronda el suspenso y una coalición de Gobierno que pende de un hilo. La opinión pública, cada vez más desafeccionada, percibe que el único plan es aguantar. Los aliados parlamentarios —ERC, Junts, Bildu o Sumar— saben que su supervivencia política depende de no ser arrastrados por el desgaste del Ejecutivo. De hecho, empiezan a surgir voces críticas y exigencias de explicaciones en sus propias filas.
Escándalos en cadena: del Caso Koldo al círculo de confianza
La crónica de estos meses es la de un tsunami de escándalos: desde el Caso Koldo, que salpicó a José Luis Ábalos y a Santos Cerdán —ex número tres del PSOE—, pasando por las investigaciones sobre el uso de recursos públicos y los contratos irregulares durante la pandemia, hasta la instrucción judicial que acecha a Begoña Gómez y su asesora Cristina Álvarez.
La instrucción del juez Peinado, refrendada por la Audiencia Provincial de Madrid, apunta a una acumulación de pruebas documentales y testimonios que han dado solidez procesal a la causa, hasta el punto de que el procesamiento de Gómez parece ya inevitable. El último giro de guion ha sido la petición de Peinado al Supremo para investigar también al ministro Félix Bolaños por malversación y falso testimonio en la contratación de la asesora de Gómez.
El Parlamento como rehén del calendario y de la aritmética
El cierre del Congreso en la semana clave de septiembre no solo evita un mal trago a Sánchez, sino que evidencia la dependencia absoluta del Ejecutivo de los partidos separatistas. La falta de diputados de Junts y ERC en el hemiciclo supondría un riesgo real de perder votaciones cruciales para el Gobierno, por lo que la suspensión de la actividad parlamentaria se convierte en una cuestión de supervivencia. Esta práctica, criticada por la oposición como un desprecio al Parlamento, se suma a otras maniobras de blindaje institucional y bloqueo de comisiones de investigación, que han erosionado la confianza en la separación de poderes.
Curiosidades y datos para la sobremesa
- La valoración de Sánchez entre los ciudadanos ha caído hasta el 3 sobre 10, solo una décima por encima del líder de Vox, Santiago Abascal, según los últimos sondeos.
- El efecto de la sobreinformación es tal que, según estudios de psicología política, el 63% de los españoles admite sentirse incapaz de recordar el detalle de los principales escándalos del Gobierno en el último año.
- El 11 de septiembre, además de ser la Diada catalana, podría convertirse en una fecha clave para la estabilidad de la legislatura: si la declaración de Begoña Gómez ante el juez Peinado deriva en procesamiento, sería la primera vez en democracia que la pareja de un presidente en ejercicio se sienta en el banquillo por delitos de corrupción y malversación.
- En círculos parlamentarios ya circula el chascarrillo de que la mejor forma de sobrevivir políticamente en España es dominar el arte de la cortina de humo… y tener siempre a mano un calendario flexible.
