En el programa «Son las 20:00 y no he cenado», César Sinde analiza con Andrés Navarro, diputado del PP en la Asamblea de Madrid y con la abogada Jimena Zabala las maniobras de distracción del Gobierno central para tratar de evitar que se hable de la montaña de corrupción que tiene y su nefasta gestión.
El Gobierno tiene conejos sacados de la chistera de forma express, como el del cambio de hora, pero otras distracciones llevan tiempo preparándose para tratar de marcar la agenda informativa y los programas de análisis político de televisiones y radios. Es el caso de la declaración de la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid como «lugar de memoria».
Es el penúltimo intento de la izquierda por reavivar el fantasma de la Guerra Civil aludiendo a una etapa de este edificio de más de 200 años: fue sede de la Dirección General de Seguridad del régimen de Franco y entre sus muros se dice que hubo torturas a presos políticos. Sin embargo, la hoy sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid es un edificio con más de dos siglos de existencia, por lo que la etapa franquista es sólo un episodio más.
Además, resulta paradójico que los socialistas traten ahora de vincular este inmueble con una de las muchas funciones que ha tenido cuando fue un socialista, Joaquín Leguina, el presidente regional madrileño que lo convirtió en sede del gobierno regional y que traspasó a su sucesor, Alberto Ruiz-Gallardón, la tarea de reformarlo y adaptarlo a las necesidades de su nueva función como sede de la Presidencia del ejecutivo autonómico.
La Comunidad de Madrid ya ha confirmado que presentará recurso contra este decreto por acumular varias irregularidades como haberlo aprobado de forma contraria a derecho por no haber cumplido los plazos legales para su tramitación. Además, es un hecho sin precedentes que el Gobierno central se permita catalogar un edificio que es sede de otra administración pública y en contra del criterio de esa administración. Es como si el Ayuntamiento de Madrid indagase en el pasado del Palacio de la Moncloa o de alguno de los muchos edificios que en la capital son sedes gubernamentales, para catalogarlos a su voluntad aprovechando algún episodio de su pasado y lo hiciera además en contra del criterio de la administración central.
Los centros de datos de Madrid, en peligro
Otro de los ataques del Gobierno a Madrid y que pone en peligro miles de empleos es la negativa del Ejecutivo de Pedro Sánchez a ampliar el suministro de electricidad y agua a la región, lo que dificulta mucho las inversiones previstas en Centros de Procesamiento de Datos (CPD’s) por parte de diferentes empresas que quieren establecer este tipo de infraestructuras en la capital de España.
Actualmente, en la región gobernada por Isabel Díaz Ayuso, trabajan 6.000 personas en los 46 CPD’s ya operativos en la región. La previsión es llegar a 20.000 empleos en los próximos años y generar otros 60.000 puestos de trabajo durante la construcción. Y es que el potencial de creación de empleo directo e indirecto de esta actividad económica en Madrid es muy elevado. Según la consultora IDC, sólo las instalaciones que la multinacional Microsoft está poniendo en marcha en Meco, Algete y San Sebastián de los Reyes generarían 13.200 puestos de trabajo entre directos e indirectos. Y cuando estén en funcionamiento, la consultora IDC prevé que el PIB madrileño crezca en 5.400 millones de euros en cuatro años.
Los CPD’s ya operativos se ubican en municipios como Alcobendas, Alcalá de Henares, San Fernando de Henares, Getafe, Fuenlabrada, San Agustín del Guadalix, Torrejón de Ardoz, Las Rozas o Tres Cantos. Con ellos, la Comunidad de Madrid concentra el 50% de toda la potencia de procesamiento de datos que tiene España.