Y a los lanceros de Tordesillas un buen pitón de gloria incrustado en el ojete
El habitualmente brillante y siempre mordaz Arturo Pérez-Reverte ha comentado este 9 de septiembre de 2012 en su cuenta de Twitter la actualidad de la semana.
Es algo que suele hacer muchos domingos por la tarde y como no podía ser de otra manera, Arturo escribe de Eurovegas, del Toro de la Vega en Tordesillas y sobre el escándalo organizado en torno al vídeo sexual de la concejal Olvido Hormigos.
Sobre el primer asunto, que puede suponer para la Comunidad de Madrid la friolera de 200.000 empleos, comienza diciendo:
«Quienes se oponen a Eurovegas lo hacen, supongo, creyendo de buena fe que alguien puede traer otra cosa. Tengo la impresión de que olvidan dónde están. España cañí».
«¿Esperan que vengan a instalarse aquí la Mitsubishi o la Universidad de Harvard? Con este paisaje y esta peña, ni que vengan jugadores y putas lo tenemos seguro».
«Qué pena que exportar tontos no sea una industria rentable. En España saldríamos de pobres. Nos íbamos a forrar».
Y añade nuestro más universal novelista moderno, ex corresponsal de guerra audaz y reportero todoterreno que él pondría «una industria para exportar concejalas de Yébenes, enlatadas y a granel».
Alude, como es evidente, a Olvido Hormigos, concejal socialista de la localidad toledana de Los Yébenes y autora de la masturbación que más ríos de tinta y sudores internautas ha hecho correr en Occidente en el último año.
Como es de sobra conocido, Olvido se grabó desnuda dedicada al ‘amor propio’ y envió por su teléfono movil la escena a un supuesto amigo.
A partir de ahí, todo sigue un poco confuso, pero la realidad es que la grabación se extendió como la pólvora.
«Todo mi apoyo, que no dimita y se fastidien los meapilas y linchadores interesados. Hasta ahí, de acuerdo. Y que siga tan guapa y tan chula, pisando fuerte. Pero tonta, lo que se dice tonta, reconozcámoslo, la señora es tonta de concurso».
Tras comentar que la socialista Olvido debía haber tenido presente que vive, se mueve y ama en un país «de caínes, envidiosos y miserables», antes de ponerse a mandar «orgasmos por teléfono», sentencia:
«Hay que ser panoli».
Y resume Pérez-Reverte:
«Y sorprendiéndose luego de aparecer diciendo aaaahhhh, mi vida en Internet. ¿Lo llamaríamos tonto o no?».
Arturo Pérez-Reverte concluye su charla tuitera sin olvidarse del Toro de la Vega, deseando «a los lanceros de Tordesillas un buen pitón de gloria incrustado en el ojete«.