El programa de Podemos está dando mucho de sí

Salen a la luz las ‘desververgüenzas’ de Pablo Iglesias y dicen que ‘La Sexta’ echa el freno

Visto lo visto, aún no se ha ido y a Rubalcaba ya se le empieza a echar de menos... y no sólo entre los propios socialistas

Pero el predicador convence a los ingenuos y a los resentidos. 'Podemos' ir al cielo de la miseria. Millón y cuarto de beatos rezan con su Iglesias

Frente a los mensajes rutinarios de la izquierda tradicional, los recién llegados -sobre todo ‘Podemos’- ha sabido conectar con los excluidos por la crisis, los desahuciados por los abusos de la banca y con los jóvenes tuiteros despojados de futuro -más del 50% de parados tienen menos de 30 años y miles de ellos se han visto forzados a emigrar-.

Y escribe, sabio como siempre, Fermín Bocos:

También es el resultado de un juego de aprendiz de brujo. Los tres canales de televisión propiedad de empresarios de la derechas muy unidos en sus intereses económicos al PP y que han servido de plataforma a Pablo Iglesias -el profesor universitario que lidera el movimiento-, es probable que tras conocer los resultados del 25M estén reflexionando acerca del resultado de una estrategia que no parece fruto del azar.

Es tan vieja como la política. La estrategia de la división. Potenciar una cuña de la misma madera con el objetivo de dividir para vencer. En este caso creando de la nada un rival catódico capaz de restar votos tanto al PSOE como a IU.

Ya digo que la estrategia es conocida. En los ochenta del siglo pasado en Francia, la puso en práctica Mitterand favoreciendo el ascenso del Frente Nacional de Le Pen para restar votos a la derecha tradicional de Chirac… con el resultado que conocemos.

Con ese telón de fondo y sobre los llamados temas del día, constata Isabel de Dios en ‘El Semanal Digital’ que, a punto de finalizar la semana, los resultados de las europeas siguen copando la actualidad informativa y las columnas de opinión:

No en vano, a juicio de José Luis Ortín en VozPópuli, con las recientes elecciones ha empezado el proceso que se veía venir:

«Y era deseable que llegara porque los responsables políticos de la desesperanza que padecemos no han sido capaces de anticiparse a las consecuencias de su ignominia, que ojalá fuera solo por incompetencia. Los responsables socialistas y populares de la última docena de años y sus homónimos nacionalistas periféricos han cavado el foso que ahora les separa de la sociedad a la que dicen servir y a la que mienten sin pudor ni reparo. Ante el desastre obtenido en las urnas uno ha dicho que se larga, ¡alabado sea Dios!, y el otro, fiel a su contumacia diletante, anuncia un plan para reanimar al PP a partir de septiembre».

De hecho, según El Confidencial Digital, el Gobierno tiene un plan de choque para recuperar los votos perdidos:

«Las medidas estrella: 1) Eliminar las cuotas a la Seguridad Social en contratos a parados de larga duración. 2) Bajada del IRPF: 2.500 millones menos de recaudación. 3) Conquistar a funcionarios y pensionistas. Se llama «Plan de Dinamización de la Economía» y es el proyecto que Rajoy tiene ya encima de la mesa para recuperar los votos perdidos por el PP en las europeas. Habrá tres focos de atención: parados de larga duración, pensionistas y funcionarios. La otra gran baza será la bajada de impuestos para justificar que se cumple el programa electoral».

Pero si algo ha provocado la cita del 25-M es la revolución interna en el seno del PSOE. Los socialistas vuelven a acaparar la atención mediática, pero no necesariamente para bien. La guerra intestina les tiene en un sinvivir y los analistas tienen diferentes visiones de los candidatos.

Antonio Casado recoge en El Confidencial la idea del diputado Madina, uno de los postulantes:

«Propone que al nuevo secretario general lo elijan los militantes en nombre de sí mismos y no los delegados asistentes al congreso extraordinario en representación de las federaciones. El nombre de Susana Díaz, su figura, su peso político, van a estar omnipresentes en todos los pasos a dar en el proceso renovador de ideas, programas y, por supuesto, personas. Lógico. Reina en la federación más numerosa del partido, tiene poder institucional y acaba de acreditar en las urnas la prolongadísima hegemonía del socialismo andaluz. El voto directo de los militantes no está contemplado en los estatutos del partido, pero la propuesta de Madina no cayó en saco roto. Sólo dos históricos, el expresidente del PSOE, Manuel Chaves, y el ya eurodiputado, Ramón Jáuregui, le han puesto pegas».

Antón Losada cree en Eldiario.es que era fácil echarle la culpa de todos los problemas a Rubalcaba y teorizar sobre comunicación política y ciudadanía:

«Pero ahora parece que ponerse a proponer ideas y soluciones cuesta más trabajo. En lugar de animarse a contarnos de una vez qué piensan hacer, los aspirantes a líderes ya se han empantanado en un debate sobre si congreso o primarias que le importa más bien poco a nadie que no sea del PSOE o vaya a presentarse a la plaza de secretario general. Si gana, gana; y si pierde, pierde. Yo es que soy muy de los ochenta. Aún creo que hacer política es tener una idea del mundo e ir a por ella. Menos estrategia y más pasión, así es como se recupera la credibilidad y la confianza de la gente».

No es el único que parte una lanza por Rubalcaba. Según publica Pablo A. Iglesias en El Semanal Digital, la sabiduría popular recomienda ofrecer puente de plata al enemigo que huye:

«Ahora que Alfredo Pérez Rubalcaba ha decidido tirar la toalla, sus adversarios políticos deberían de estar contentos.
Hubo una época en la que llegaron a odiarle. Fue el autor de la frase ‘merecemos un gobierno que no nos mienta’ que remató la jornada de reflexión en las generales de 2004. Le consideran el responsable del chivatazo a ETA y de la negociación con la banda terrorista en 2006. Sin embargo, ahora que anuncia su marcha nadie lo celebra en el PP. Al contrario, son muchos los que lamentan que renuncie a la Secretaría General del PSOE».

Eso fuera, porque en su partido parece que cada vez le respetan menos. Según Federico Castaño en VozPópuli:

«Susana Díaz ya ejerce de lideresa del PSOE: puentea a Rubalcaba e impone el lema «un militante, un voto. La presidenta andaluza puede acabar poniéndose al frente de esta manifestación, en la que Alfredo Pérez Rubalcaba va a rastras».

Pero si alguien ha ascendido al altar de los titulares en primera plana ese es el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que sigue arrojando ríos de tinta cinco días después de su «hazaña» en las urnas. Aunque genera tantas fobias como filias y no poca desconfianza.

Pablo Planas no tiene muy buena opinión del fenómeno Podemos, según se desprende de su columna en Libertad Digital:

«El desolojo de un edificio okupado en Barcelona ha degenerado en dos noches de disturbios, barricadas, cócteles molotov e incendios. Es una noticia relativa en una ciudad caracterizada por brotes de violencia radical, escenario habitual de contenedores en llamas y jardineras cruzadas en las callejuelas de barrios como Sants y Gràcia, cuyas paredes exhiben los rastros de todas las excrecencias ideológicas. Diputado autonómico por las ‘Candidaturas de Unidad Popular’, las CUP, Fernández cobró cierta fama cuando se descalzó frente a Rato y amagó con tirarle la zapatilla en una comisión parlamentaria. A partir de ese momento pasó a ser conocido como ‘el chaval de la chancla’. A Fernández y las CUP hay que reconocerles que se anticiparon un par de años a lo de Podemos».

A Vicente Torres este fenómeno le inquieta, tal como apunta en Periodista Digital:

«Tan inquietante como el gran éxito electoral que ha obtenido es la alegría que el hecho ha suscitado en determinados ámbitos de la cultura y también la reacción prepotente de ciertos sectores de la derecha. Todo junto denota que en la política española hay un aire de putrefacción y los movimientos del interior de los dos grandes partidos dan a entender que los cambios que hagan empeorarán las cosas. Lo ocurrido en otros países no sirve de consuelo, sino que hace aumentar la preocupación».

Muchos columnistas dudan que Iglesias pueda llevar a cabo sus promesas y se dedican a sacar a la luz sus «vergüenzas». Vamos, que ponen negro sobre blanco la dificultad de plasmar sus platónicas propuestas económicas.

Este es el caso de José Apezarena en El Confidencial Digital:

«Casi todas estas medidas representan notables incrementos de gastos, que los líderes de Podemos tendrán que explicar cómo se soportan. Solamente la nacionalización de las telecomunicaciones, la energía, la alimentación, el transporte y el sector farmacéutico costará más de 200.000 millones de euros. En el programa de Cuatro se preguntó, en concreto, a Juan Carlos Monedero, cómo se pagarán esas nacionalizaciones y su respuesta fue que se aplicará un proceso progresivo. En fin, que no contestó. Por eso, hablando de Podemos, nos falta saber con exactitud cómo piensan aplicar esas propuestas de trasfondo económico. Entre otras muchas cosas. Tendrán que explicarse. O sea que, además de Podemos, veremos».

Manuel Molares do Val va más allá en Periodista Digital y tumba las promesas de Iglesias con cierta sorna:

«Todos podemos prometer el cielo que nos inventemos. Iglesias dice «Podemos» prometer salarios para todo el mundo, no pagar las deudas, jubilaciones a los 60 años, casas gratis para todos, inmigración libre, sin fronteras. Los fondos se extraen de la requisa de viviendas y de las cuentas de los ricos. El problema es que eso se acaba enseguida y cualquier emprendedor, pongamos que Amancio Ortega, como los demás ricos, la mayoría creadores de riqueza y trabajo, se largarían a China. Iglesias nos dejaría hasta sin papel higiénico, puro chavismo-castrismo: los chinos eran así con Mao y ahora se han vuelto los capitalistas más implacables del planeta. Pero el predicador convence a los ingenuos y a los resentidos. ‘Podemos’ ir al cielo de la miseria. Millón y cuarto de beatos rezan con su Iglesias».

Y José García Domínguez le pone la guinda en Libertad Digital tildándole de «charlatán»:

«Tres elementos hay comunes a cualquier populismo. Por un lado, la idealización del pueblo, siempre puro y angelical. Por otro, la relación directa y vertical entre el líder y las masas (jerarquización que hoy se impone desde los platós de la televisión). Y por último, un esfuerzo permanente para deslegitimar las instituciones del propias de la democracia liberal, fuente última de la podredumbre del «sistema». Huelga decir que Iglesias cumple las tres a rajatabla. Desengañémonos, el malo de moda, Pablo Iglesias Ful, no es más que la enésima deformación grotesca de la realidad española reflejada en los espejos cóncavos de este inmenso Callejón del Gato. Otro charlatán. Apenas eso».

Sea como fuere, Iglesias tendrá que seguir defendiendo su programa en Las Mañanas de Cuatro porque, según El Confidencial Digital:

«Atresmedia cierra la puerta a Pablo Iglesias en Al rojo vivo de La Sexta. El líder de Podemos está presente todos los días en Las mañanas de Cuatro. Sólo asistirá a La Sexta Noche. Pablo Iglesias no aparecerá en la tertulia diaria. Los responsables de la cadena han decidido continuar con su estrategia y dejar a un lado al líder de Podemos y político revelación del momento».

Entre los perjudicados por la meteórica ascensión de Podemos se encuentran UPyD y su líder Rosa Díez. De ella precisamente se encarga José Antonio Zarzalejos en El Confidencial:

«El personalismo de Díez, necesario en el inicio del trayecto de su partido, ha comenzado a resultar excesivo e incurre en lo que se critica en otras organizaciones. Lo más serio para UPyD es que, respecto de las generales, no mejora; tampoco ha movilizado por entero a sus votantes potenciales y, sobre todo, ha quedado pinzado por IU y Podemos en la banda superior y por Ciudadanos en la inferior».

Tal vez por eso, según apunta A.I.M. en El Semanal Digital, Díez se esté replanteando por primera vez su existencia:

«Que la progresión de Ciudadanos esté siendo mejor que la de UPyD tras su reconversión en partido nacional parece haber removido algo dentro de Rosa Díez. Hasta el domingo ésta jamás se había planteado alianza alguna con Albert Rivera, a pesar de que éste le tiró los tejos en varias elecciones. Y de que, en los últimos comicios vascos, pidiera el voto para UPyD porque C´s no se iba a presentar (algo que ella ni siquiera le agradeció, según se ha quejado él en privado en alguna ocasión). Pero ahora por primera vez la formación magenta ha dejado la puerta abierta a un acuerdo con Ciudadanos para sumar fuerzas. Al menos en el Parlamento Europeo, donde UPyD obtuvo el domingo 4 escaños. Preguntado al respecto, Sosa Wagner se limitó a decir que él no cierra ‘puerta ninguna’ y que la decisión la tomará la dirección del partido cuando corresponda».

 

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